Otto Egea, un hombre de 65 años, fue arrestado y acusado de operar un centro de vida asistida ilegal en su residencia ubicada en el suroeste del condado de Miami-Dade, tras una ejecución de orden de registro llevada a cabo por la policía local.
El allanamiento, realizado como parte de una investigación en curso, reveló que la aparente vivienda familiar en la calle 207 y la avenida 122 alojaba a más de 30 personas con diversos problemas de salud, discapacidades físicas y mentales.
"Las personas que estaban viviendo en esta residencia, en este centro de vivienda asistida, presentaban una variedad de edades y condiciones médicas y psicológicas, por lo que estas personas fueron trasladadas para recibir una evaluación médica y psicológica adecuada", señaló Angel Rodríguez, portavoz de la policía de Miami-Dade.
Tras las denuncias recibidas, se procedió a la inspección del lugar, donde se constataron condiciones deplorables, según indicaron las autoridades. Entre las irregularidades halladas, se mencionó la falta de seguridad en el almacenamiento de medicamentos, lo que generaba riesgos de acceso no controlado o administración incorrecta de dosis.
Sin embargo, Kimberly Baker, residente del centro durante 16 años, negó las condiciones precarias descritas por las autoridades. Afirmó que la residencia no se encuentra en mal estado y describió cómo duermen de tres a cuatro personas por habitación. Además, Baker expresó su compromiso voluntario en las tareas de limpieza y cuidado de los residentes.