La empresa rusa de automóviles Miass demandó a dos entidades cubanas por una deuda millonaria que actualmente mantienen.
De acuerdo con el reporte de la prensa, la compañía rusa envió a la isla partes y piezas de vehículos para que fueran embalados, pero la dictadura luego se lavó las manos.
El medio local Ura.ru, dijo que la planta ubicada en Cheliábinsk formuló ante el Tribunal de Arbitraje de Moscú una reclamación por 23,4 millones de euros a la Empresa Estatal Cubana Importadora y Exportadora de Productos Técnicos (Tecnoimport), así como también al Banco Internacional de Comercio S.A. (BICSA).
Se espera, informan, que el juicio inicie a mediados de septiembre.
"La planta de automóviles de los Urales ha presentado una demanda para la recuperación conjunta de 22 millones de euros de daños y 1,4 millones de euros de intereses por el uso de los fondos de otras personas", dijo el Tribunal de Arbitraje de Moscú.
"Nunca se habló de caridad. Pero los pagos por esos productos no fueron recibidos. En cada ocasión, la parte cubana encontró razones por las que no pagó. Explicaron que los automóviles no funcionaban, que eran imposibles de ensamblar. Sin embargo, fotografías de un desfile militar en Cuba mostraron que esos vehículos se utilizan activamente", dijo una fuente de la empresa.
La dictadura ha estado implicada en impagos de deudas millonarias. En 2015, reseña BBC, el régimen acordó “con los miembros del Club de París de países acreedores por el que se cancelaron aproximadamente las tres cuartas partes de su deuda”, din embargo, “al no haber tratado con sus acreedores comerciales en el llamado Club de Londres, el país permanece excluido de los mercados internacionales de capital”.
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