Un grupo de bañistas en la playa del Sotillo, en Castell de Ferro (Granada), protagonizó un incidente tras la llegada de una lancha de alta velocidad cargada con inmigrantes de origen magrebí.
El inesperado desembarco en plena playa causó sorpresa y tensión entre los presentes, quienes intento interceptar y retener a los inmigrantes mientras corrían por la arena.
Según testigos citados por varios medios, los ocupantes de la embarcación se lanzaron al agua antes de alcanzar la orilla, y varios de ellos iban encapuchados.
Una vez en tierra firme, algunos bañistas corrieron tras ellos, intentando inmovilizarlos hasta la llegada de la Guardia Civil y la Policía Local, que rápidamente desplegaron un dispositivo de búsqueda y lograron detener a nueve personas, mientras continuaba la persecución de una décima persona que había salido de la lancha.
La llegada de la patera tuvo lugar alrededor de las 14:00 horas, cuando la playa estaba concurrida.
Los migrantes saltaron del bote y nadaron hasta la arena entre sombrillas y familias. Según reportes de medios locales, la embarcación, de unos 15 metros de eslora, se dio la vuelta y escapó hacia alta mar tras dejar a los ocupantes.
Los inmigrantes detenidos fueron llevados al Puerto de Motril, donde recibieron atención médica y alimentaria a cargo de la Cruz Roja, y posteriormente fueron puestos a disposición de la Policía Nacional.
El resto fue trasladado al Centro de Acogida Temporal de Extranjeros (CATE) del puerto, en espera de su proceso migratorio.
El suceso ha generado debate en redes sociales y medios digitales. Mientras algunos internautas criticaron la reacción de colocarse a correr y retener a personas vulnerables, calificando el hecho de “bajeza moral”, otros defendieron la labor ciudadana en apoyo a las fuerzas de seguridad.
La socióloga y activista Asmae Ourdi y figuras como el cantautor Ismael Serrano han señalado que estas escenas reflejan un endurecimiento social influido por discursos xenófobos y extremistas que han transformado la percepción del migrante como amenaza, impulsando a ciudadanos a actuar como vigilantes improvisados.
En el programa “Espejo Público” de Antena 3, la colaboradora Afra Blanco calificó el suceso como parte de un “discurso de odio y criminalización” hacia las personas migrantes, afirmando que esa narrativa ha calado en capas de la sociedad con menos recursos, que ven en el migrante una amenaza a su sustento.
Por su parte, Javier Portillo, también en el espacio, aseguró que estas actitudes reflejan prejuicios sustentados por ciertos discursos extremos
El cantautor Ismael Serrano calificó el episodio como “la imagen más triste del verano” y lo definió como el reflejo de la criminalización de los migrantes por parte de sectores ultraderechistas. Resumió la escena con dureza: “pobres persiguiendo a pobres”.
“Hay quienes les hubieran ofrecido agua y comida, y hay quienes se empeñan en demostrar que se puede ser bípedo sin tener un ápice de humanidad”.
En comentarios recogidos en plataformas como X y Facebook, se criticó duramente la actuación de los bañistas como una “bajeza moral” por perseguir a personas que acababan de llegar tras una travesía peligrosa en el mar.
Una línea común en los mensajes fue:
“Inmigrantes que juegan a ser valientes cruzando el mar, reprimidos por quienes creen defender algo”.
Mientras tanto, otros usuarios expresaron su apoyo a las autoridades y celebraron la actuación ciudadana ante lo que perciben como una invasión
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