La crisis energética en Cuba se ha agudizado en los últimos meses, provocando un creciente malestar entre la población y ahora también entre figuras del ámbito artístico, que han comenzado a manifestar públicamente su descontento.
El matrimonio de músicos Carlos y Ele Alfonso denunció en redes sociales la dureza de los cortes eléctricos: “Qué abuso hemos tenido tres apagones en un mismo día. Es inhumano”, escribieron el 1 de octubre. Días antes, en coincidencia con el aniversario de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), publicaron: “¿¡Qué clase de vida propone una ciudad totalmente a oscuras?… ¡¡te roban las ganas…!!”. Sus palabras encontraron eco inmediato en usuarios que recordaron que la situación es aún peor en provincias fuera de La Habana.
Otro pronunciamiento llegó de Alexander Abreu, director de la agrupación Havana D’Primera, quien compartió en Facebook su frustración con una frase breve pero contundente: “Estoy a punto de decir una mala palabra”, acompañada de un fondo negro. Aunque evitó señalar directamente al gobierno, sus palabras reflejaron la impotencia de muchos cubanos frente a la miseria y la falta de soluciones.
Desde el humor, la crítica también ha encontrado vías de expresión. El comediante Rigoberto Ferrera se hizo viral al bromear en plena calle oscura: “El cubano terminará evolucionando y generará luz propia, generada por el empingue”, un comentario que muchos interpretaron como reflejo del hartazgo colectivo.
Por su parte, el humorista Ulices Toirac comparó los avances tecnológicos globales con el rezago cubano: mientras el mundo apuesta por la inteligencia artificial, en la Isla “Cuba fajá con termoeléctricas viejas sin recursos y con la imposibilidad de acceder a tecnologías de probada eficacia”.
Las declaraciones de músicos y comediantes se suman a las de otros artistas e intelectuales que, desde diferentes trincheras, apuntan al desgaste social y cultural que provoca la crisis energética prolongada, responsabilizando al gobierno de los problemas estructurales que impiden una solución real.