En el perfil en Facebook de las estatales Tiendas Caracol terminaron borrando una publicación en la que promocionaban la apertura de un nuevo local en MLC en La Habana, con productos para recién nacidos.

“Apertura de la nueva tienda Xiang en MLC con disímiles propuestas: artículos para su bebé, para el cuidado de su cabello, para la limpieza del hogar, entre otras propuestas. Estamos en Dragones esquina a Lealtad”, decía el post eliminado tras la indignación de cubanos que recuerdan una y otra vez una de las mayores falacias del gobierno de Miguel Díaz-Canel.

Desde la implementación de la venta en Moneda Libremente Convertible, el régimen aseguró que las tiendas en MLC eran un inconveniente necesario para mantener el abastecimiento de los mercados que aun funcionaban en pesos cubanos.

No es un interés de nosotros que lo que podemos vender en pesos cubanos lo vamos a vender en dólares. Eso no se le ocurre a nadie. Hemos vendido en dólares porque de lo contrario no vendíamos nada y el problema hubiese sido mayor”, dijo el ministro de Economía Alejandro Gil Fernández en 2020.

Lo cierto es que desde esa fecha a la actualidad, los cubanos han visto cómo las antiguas “shopings” cierran y de un día a otro aparecen renovadas y vendiendo en MLC.

La más reciente y que causa impotencia y enojo es una especializada en bebés, un tema sensible para la población cubana  no solo por tratarse de la infancia, además porque el gobierno asegura que toma medidas para favorecer la natalidad en un país cada vez más envejecido.

El gobierno cubano no solo vende en MLC los artículos de primera necesidad, también lo hace con los insumos para producir alimentos. Bajo la rectoría del Ministerio de la Agricultura (MINAG), venden botas de PVC, machetes, limas, guantes, los tractores para trabajar la tierra, el pienso para alimentar animales e incluso la madera.

Ante esta situación, no es extraño que progrese una petición en línea para pedir el cierre de esas tiendas en Cuba.

Un artículo de CubitaNOW, señala que a través de la plataforma Change.org, los internautas han expresado así su rechazo a las ventas en una “moneda que no se produce dentro del país”, reclamando también el reabastecimiento de los centros comerciales en pesos cubanos, con los que “paga el Estado a sus trabajadores”.

 En noviembre pasado, el propio ministro de Economía rectificó declaraciones antiguas y dejó claro que "lo primero que tienes que hacer con los ingresos que se captan por las ventas en MLC es reaprovisionar los mercados en MLC”.

Sobre la carencia de oferta en las tiendas en pesos cubanos de todo el país, admitió "en el diseño que hicimos de esta medida (la apertura de tiendas en MLC) deberíamos haber destinado más recursos a la oferta en pesos".

Ese mismo mes, el también viceprimer ministro aseguró que “nada es improvisado en Cuba”, añadiendo también que “nada responde a una urgencia o a determinada presión, todo está en perfecta armonía con el modelo que, soberanamente, hemos diseñado los cubanos y que estamos enfocados en su construcción”.

Gil Fernández terminó pasando por alto las declaraciones del exjefe de la implementación de las políticas de Ordenamiento, Marino Murillo, quien en el mes de octubre reconocía errores de cálculo en en proceso.

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