El galán cubano William Levy está viviendo un buen momento luego del éxito de la nueva versión de la telenovela “Café con aroma de mujer”, donde interpreta a uno de los protagonistas, pero no deja de vincular todos sus logros, de una manera u otra, con la forma de vida en su país de origen.

Actualmente, el actor intenta abrirse camino como productor y poder trabajar en España. En tal sentido, su primer proyecto es la ambiciosa serie Montecristo (en Movistar Plus+), basada en el clásico homónimo de Alejandro Dumas.

“Yo siempre me sentí muy identificado con Montecristo, quería hacer una adaptación desde hace años”, dijo en una entrevista al diario digital ibérico Vozpópuli. “Creo que cualquier actor querría ser parte de algo así, es una historia muy fuerte. Y, obviamente, yo quiero hacer lo mejor en mi carrera, lo perseguí y lo perseguí hasta que lo conseguí”, sostuvo.

“En este caso, nos arriesgamos y trajimos la historia a la actualidad, creo todo lo que se ha hecho de Montecristo es de época. Y creo que… Creo, no… Estamos muy satisfechos con el resultado”, aseguró.

Al querer indagar la publicación sobre el vínculo de Levy con su ego, un tema que aborda la misma serie que prepara, comentó: “Mi ego lo trabajé durante 15 años en Cuba, así que… Mi ego está muerto. Mi ego murió en Cuba. No tengo ningún tipo de ego”.

“Soy una persona que creció sin nada y para mí tener una oportunidad mejor que alguien más no me hace mejor que alguien más, me hace quizá más trabajador, me esforcé un poquito más… no sé… Fuera de Cuba todos tenemos las mismas oportunidades, solo hay que esforzarse para alcanzarlas”, agregó.

“En Cuba, no es así, en Cuba ya puedes trabajar todo lo que quieras, pero no vas a conseguir nada en la vida. Nada me hace mejor que nadie, tú luchas y haces hasta donde quieres. No soy mejor que nadie, ni mi estatus, ni la vida, ni dinero… Uno tiene que tener decencia y nobleza en el corazón y no limitarte a nada”, argumentó.

Sin embargo, para el artista, esos primeros 15 años de vida en la isla, con todas las carencias materiales y espirituales, fueron una lección de la que ha sabido aprender. “Soy más agradecido en la vida, la disfruto al máximo, gracias a dios que viví así, no me imaginaría la vida limitándome, pensando que aquí no pertenezco, aquí, sí; yo pertenezco a cualquier lugar del mundo. La pobreza o la riqueza no está en lo superficial, está en el corazón”, dijo.

También el oriundo de Cojímar, en La Habana del Este, radicado en EE.UU., descartó la posibilidad de visitar el archipiélago. “Yo fui tres veces para ver a mi familia, pero mi familia ya no está allí, están todos fuera, así que nada me ata… Por ahora, no voy”, afirmó el artista de 42 años.

En cuanto a su proyecto en Europa, cree que “ha llegado en un momento en el que estoy más preparado como actor”. “Creo que en mi carrera lo que me ha hecho mejor cada día no ha sido solo la experiencia profesional, sino la experiencia vital. Creo que, según cumples años, eres mejor actor, tienes más experiencias y así más recursos para entender a tus personajes; lo has vivido, lo has visto. Los años te dan más capacidad”, aseveró. 

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