La reciente edición de Miss Universe Cuba, celebrada en Miami, sigue generando reacciones encontradas. Esta vez, una cubana residente en Estados Unidos, identificada como Yaki, difundió un video en redes sociales en el que denuncia graves fallos en la organización del evento, trato desigual a los asistentes y presunto favoritismo en la selección de finalistas.

Yaki aseguró haber asistido al certamen para apoyar a dos amigas concursantes —las representantes de Ciego de Ávila y Villa Clara—, pero su experiencia distó mucho de lo esperado. Calificó el concurso como “el peor organizado” al que ha asistido, y relató múltiples incidentes que dejaron a varios asistentes inconformes.

Entre los principales reclamos, destacó la falta de respeto hacia quienes compraron sus entradas: “No les importó quién pagó y quién no, sentaron a todo el mundo donde les dio la gana”, denunció, relatando que su esposo fue desalojado de su asiento asignado para ubicar en él a la influencer dominicana Chiky Bombom.

También criticó el manejo técnico del evento. Según dijo, las pantallas no ofrecieron buena visibilidad y muchos asistentes no pudieron ver con claridad lo que ocurría en el escenario. “No se vio nada. Las pantallas estaban de adorno”, afirmó, señalando que quienes lo vieron desde casa por televisión probablemente tuvieron una mejor experiencia.

La espectadora no se quedó ahí. Aseguró que, aunque comprendía que su amiga de Ciego de Ávila no clasificara por ser una de las últimas en entrar al concurso, consideró injusto que la representante de Villa Clara no avanzara al grupo de las cinco finalistas.

Cuestionó especialmente la inclusión de Lisbeth Fernández, representante de Pinar del Río —a quien llamó “Miss Cristiana”— entre las finalistas, insinuando que su avance respondió a favoritismos o criterios poco transparentes por parte del jurado.

Yaki cerró su testimonio asegurando que no volvería a asistir a otra edición del Miss Universe Cuba en Miami, y advirtió al público sobre lo que consideró una experiencia “cara, mal organizada y con un auditorio semivacío”.

La gala, celebrada el martes, culminó con la coronación de Lina Luaces como nueva Miss Universe Cuba. Representando a Santiago de Cuba, se impuso entre 16 candidatas que desfilaron en traje de baño y gala. Pese a las críticas, el evento también fue una plataforma de visibilidad para las participantes, con premios individuales entregados por diversos patrocinadores.

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