"Lo de que el rock fue perseguido en Cuba, los prejuicios que hubo en Cuba con el rock, eran una cosa específicamente, por supuesto, porque éramos 'una isla comunista, totalitaria y dictatorial'", dijo este viernes el vocero del régimen de La Habana, Michel Torres Corona.
"Y esos prejuicios y esas persecuciones que sufrieron la gente que tributaba al género del rock eran comunes a mucho países de Latinoamérica", señaló en una peña celebrada en La Habana.
"Y muchos de los movimientos del rock latinoamericano apoyaron movimientos o sirvieron de banda sonora a esas iniciativas, a esos movimientos contra las dictaduras militares, contra el status quo capitalista en algunos de esos países de Latinoamérica (...) e incluso dentro de Estados Unidos también el rock fue una expresión de un sentimiento contra el mainstream (lo convencional o establecido)", agregó el presentador del polémico programa Con Filo.
Michel Torres Corona se despidió con un coro con el eslogan "Cuba va".
El régimen de La Habana celebró este viernes la peña La Pupila Afilada para hablar sobre la historia del rock en América Latina y la censura que ha sufrido el género en varios países.
Sin embargo, el músico Pablo Menéndez, de Mezcla, se refirió a la censura de la artista Barbara Dane en Estados Unidos tras dar un concierto en Cuba.
La cantante recibió en marzo de este año la Medalla de la Amistad, otorgada por el régimen por ser "la primera artista estadounidense que se presentó en Cuba tras el triunfo de la Revolución, el 1 de enero de 1959, y por su compromiso permanente con la protección de los humildes".
"A mí no me gusta hablar de lo negativo de la vida porque es muy importante hablar de lo positivo (...) Es importante hablar de la gente que sí son los imprescindibles, de los que luchan toda la vida, que nunca claudican y que nosotros los tenemos por donde quiera, alrededor de nosotros. Esas personas son las que yo quiero que se reconozca, que se mientan más, que nos demos cuenta de que estamos rodeados de héroes, heroínas, de personas buenas y que las personas malas pueden tener mucho acceso a las redes pero no a nuestros corazones", agregó.
No es la primera vez que los voceros del régimen intentan justificar la persecución y censura al rock en Cuba. Guille Villar dijo en 2019 en la publicación oficialista La Jiribilla que él no sintió discriminación cuando oía esa música.
"Quizás baste decir que yo era de esos jóvenes que montaba en la guagua con un 'discreto' radio portátil Zenith con la emisora miamense WQAM sintonizada y nunca nadie me llamó la atención por escuchar esa música, como tampoco me sentí 'vigilado' en el puente del círculo Cubanaleco cuando compartía con decenas de jóvenes los éxitos del rock de aquellos tiempos, que eran radiados por la WQAM".
"Incluso en el verano de 1965, cuando el viejo me trajo de Londres el disco Help, cuya canción homónima estaba en ese mismo momento en el número uno del hit parade de la WQAM, estábamos tan emocionados que, con varios amigos, fuimos a distintas tiendas capitalinas que vendían discos y pedimos que nos lo pusieran por el audio local y no llegó ninguna perseguidora para detenernos por el atrevimiento de poner una música prohibida en un lugar público. No obstante, cada cual puede tener otras experiencias personales que quizás no fueron agradables".
"En cuanto a la difusión del rock anglosajón por nuestros medios, solo pido no dejarse llevar por el rumor que llega a convertirse en leyenda y tratar de ser precisos en cuanto a fechas y concretar lo más posible cualquier anécdota (...) Tampoco podemos obviar que hacía muy poco tiempo de la invasión mercenaria a Playa Girón, al igual que de la Crisis de Octubre y de la lucha contra bandidos en el Escambray, por lo que es lógico que en el personal de la radio cubana existiera un fuerte sentimiento antiyanqui", agregó.
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