La muerte de la joven soldado Sarah Beckstrom, de apenas 20 años, ha conmocionado a todo Estados Unidos y ha puesto un rostro devastadoramente humano a la violencia que estremeció esta semana a Washington D.C.
Beckstrom, integrante de la Guardia Nacional de Virginia Occidental, fue una de las dos víctimas del ataque armado ocurrido a pocas cuadras de la Casa Blanca, un hecho que el presidente Donald Trump calificó como “ataque terrorista”.
Su juventud es quizás el detalle que más duele. A sus 20 años, Sarah tenía toda una vida por delante, sueños aún en construcción y una vocación de servicio que la llevó a ofrecerse como voluntaria para trabajar durante el feriado de Thanksgiving, según confirmó la fiscal general Pam Bondi. Mientras millones de familias se reunían para celebrar, ella decidió ponerse el uniforme y pasar el día cuidando de una nación entera, permitiendo que otros compartieran la mesa con los suyos.
Ese sacrificio, sin embargo, tuvo un precio irreversible. El presunto atacante Rahmanullah Lakanwal, de 29 años, abrió fuego en un ataque de estilo emboscada, impactando primero a uno de los militares y luego disparando nuevamente mientras estaba en el suelo. Sarah recibió heridas mortales y, aunque fue trasladada de inmediato a un hospital, los médicos no pudieron salvarla. Su padre, Gary Beckstrom, con el corazón desgarrado, confirmó entre lágrimas: “Tiene una herida mortal. No va a haber recuperación”.
La especialista Beckstrom había iniciado su servicio en la Guardia Nacional el 26 de junio de 2023 y estaba asignada a la 863ª Compañía de Policía Militar. Formaba parte de los 2,188 efectivos desplegados recientemente bajo la misión “DC Segura y Hermosa”, impulsada por la administración presidencial para reforzar la seguridad en la capital.
Su decisión de servir, incluso en días feriados, habla de un compromiso profundo que contrasta dolorosamente con la brevedad de su vida. A los 20 años, edad en la que muchos jóvenes apenas empiezan a descubrir el mundo, Sarah ya arriesgaba el suyo por los demás. Hoy, su nombre se suma a la lista de quienes entregaron lo más valioso al país: su futuro.
Estados Unidos llora la pérdida de una joven que encarnaba los valores de servicio, valentía y entrega. Sarah Beckstrom no solo murió en cumplimiento del deber; murió intentando que otros pudieran vivir en paz.
Fallece Nabila, niña con parálisis cerebral atendida por el proyecto “Aliento de Vida”
Hace 19 horas
Régimen admite más de un millón de violaciones de precios mientras persiste la escasez
Hace 22 horas