El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió este martes al plantear posibles medidas económicas y militares para controlar el Canal de Panamá y Groenlandia, mientras reiteró su propuesta de convertir a Canadá en el estado 51 del país. Las declaraciones fueron realizadas durante una rueda de prensa en su residencia de Mar-a-Lago, Florida, generando una mezcla de reacciones en el panorama internacional.
En relación al Canal de Panamá, Trump acusó a las autoridades panameñas de imponer tarifas excesivas a los barcos estadounidenses y criticó la influencia de China sobre esta infraestructura estratégica. "El canal de Panamá fue construido para nuestro Ejército, no para que China lo administre", afirmó, calificando como "un grave error" la decisión del expresidente Jimmy Carter de transferir su control a Panamá en 1999. Según Trump, esta medida debilitó los intereses de Estados Unidos, y prometió "hacer algo al respecto" tras asumir la presidencia.
Por otro lado, Trump volvió a expresar su interés en Groenlandia, territorio dependiente de Dinamarca. Desde su red social Truth Social, describió la isla como "un lugar increíble" y sugirió que sus habitantes se beneficiarían al formar parte de Estados Unidos. Aunque Trump no detalló cómo concretaría esta adquisición, su hijo, Donald Trump Jr., realizó una visita privada a Groenlandia acompañado por un grupo de personas, lo que alimentó las especulaciones sobre el interés estratégico del territorio ártico.
Además de estos polémicos comentarios, el mandatario electo insistió en que Canadá debería integrarse a Estados Unidos como su estado número 51. Según Trump, la incorporación de Canadá resolvería problemas comerciales y brindaría mayor seguridad a la región. "A muchas personas en Canadá les encantaría ser parte de nuestro país", declaró. También relacionó la reciente dimisión del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, con este tema. "Trudeau sabía que no podía mantener a Canadá a flote sin el apoyo de Estados Unidos", aseguró.
Estas afirmaciones, aunque en parte formuladas con tono irónico, han generado inquietud en Canadá, donde defensores de la soberanía del país han rechazado la propuesta como "inaceptable". Por su parte, el gobierno de Panamá descartó de plano cualquier posibilidad de ceder el control del canal, calificando las declaraciones de Trump como una amenaza a la soberanía nacional.
Mientras tanto, analistas internacionales destacan que estas declaraciones podrían ser parte de la estrategia de Trump para fortalecer su imagen nacionalista, apelando a sectores que respaldan medidas agresivas en política exterior. Sin embargo, las implicaciones de sus palabras están generando preocupación en varias capitales del mundo, a la espera de cómo se desarrollarán estas propuestas una vez que Trump asuma la presidencia el próximo 20 de enero.
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