Vecinos de Corralillo en Villa Clara fueron convocados a rellenar con piedras huecos de una calle, en una muestra más de la crisis de la infraestructura en Cuba y del abuso que con los cubanos mantiene la dictadura. A estas alturas apelar a un “trabajo voluntario” es simplemente una burla, máxime una labor que conlleva un esfuerzo físico en momentos en que la dieta del cubano ha menguado y muchos se desploman en las calles por inanición.
En redes sociales, la presidenta de la Asamblea Municipal de Corralillo Marilys Díaz compartió "con orgullo" las imágenes que dan fe del momento, símbolo de la carencia de recursos, el olvido y la miseria en que viven los pobladores de asentamientos alejados de las cabeceras provinciales. Y de esto está orgullosa "la compañerita Marilys" que asegura estar feliz y muestra que “desde la circunscripción 25, en la comunidad de San Vicente, los vecinos convocados higienizan y rellenan los huecos del camino”. La funcionaria local comparte su mensaje con las etiquetas #PonleCorazón, #PoderPopular y #DesdeLaComunidadHacemosCuba, muestra del discurso vacío que abunda en la dirigencia cubana.
En las imágenes compartidas era visible la poca convocatoria de la actividad y la carencia de equipos adecuados para hacer el rústico trabajo. Las piedras eran cargadas a mano, mientras se veía a pocos hombres y mujeres chapeando por los alrededores de la maltrecha vía. Este tipo de escenas son típicas, sobre todo ante la cercanía de fechas que el régimen tiene marcadas como de celebraciones, como puede ser el próximo 28 de septiembre, día en que se fundaron los ya gastados Comités de Defensa de la Revolución (CDR), una organización en la que solo creen los altos dirigentes cubanos.
En agosto pasado, con motivo del aniversario 98 del nacimiento del dictador Fidel Castro, el Gobierno y el Partido Comunista organizaron una jornada de trabajo voluntario, pero la respuesta de la población fue prácticamente nula. En imágenes compartidas se observa a los dirigentes desyerbando las vallas propagandísticas de la Revolución y los asaltantes al Cuartel Moncada, situadas en la carretera de Siboney, en Santiago de Cuba. Este tipo de tareas, más simbólicas que productivas, subraya la naturaleza forzada de una actividad que se presenta como “voluntaria”.
Diversas han sido las ocasiones en que los cubanos han criticado al gobernante Miguel Díaz-Canel, tras ver fotografías suyas en algún trabajo voluntario. En abril pasado, el portal oficialista Cubadebate compartió en su muro de Facebook fotos del gobernante guataqueando en un campo de maíz, una imagen que muchos calificaron como falsa, ridícula y hasta una falta de respeto hacia los verdaderos campesinos.