Muchas y variadas han sido la opiniones que ha despertado la última edición de los Festivales de la música cubana "Adolfo Guzmán". Creo que solamente los medios oficialistas, específicamente de la televisión, han reportado elogios de lo que para muchos fue un bodrio de mal gusto, poca iniciativa creadora, ineficaz puesta en escena y peor desenvolvimiento musical.
"Es insultante las faltas de respeto al público y a todo, de profesionalidad, seriedad, interés, el hacer por hacer, por demostrar que todo está bien cuando nada funciona bien, absolutamente nada", nos dice el buen amigo y cantante Yunier Díaz. ¿Cómo es posible que a una canción icónica de la música cubana y de tanta popularidad como es "COMO CUALQUIERA" de Lourdes Torres le pongan en los caracteres "A MI MANERA"?
El audio fue un desastre, aterrador y más para cantantes; así sale de mal al aire para el televidente que por eso no se entiende lo que cantan, salvando algunos casos. En el teatro no había referencia de la voz, la orquesta más alta que su voz, acompañamientos como el de "Como cualquiera" con una lentitud de la orquesta que la pobre Niurka Reyes tuvo que hacer de tripas corazón para sacar dignamente un tema tan fuerte y tan "alante". A pesar del buen arreglo del maestro Emilio Vega la orquesta lo echó a perder con su lentitud y con el respeto que me merece el maestro Paterson lo echaron a perder en conjunto con el sonido, que ese teatro tiene buen sonido pero parece que ya no existen ingenieros de sonido.
Otro aspecto muy criticado, no solo en esta versión, es la suplantación profesional de conductores verdaderos por actores lo que además de ser una terrible falta de ética profesional, es una tendencia desastrosa porque el actor o actriz se aprenden un guión; el locutor sabe improvisar. ¿Por qué en los tiempos de los verdaderos "Guzmán", los Pinelli, Consuelito, Dinorah, Eva, Eddy Martin eran insustituibles? ¿No existían primeras figuras de la actuación entonces? Claro que las había pero la ética, el respeto, el hacer bien las cosas era primordial. .
El "Guzmán", además de estos desastres se caracterizó también por el abusivo precio de las entradas que unido a la carencia de transporte en la capital de un país arruinado, por lo que el teatro Karl Marx les quedó grande. Para colmo y después de haberlo visto todo, incluyendo errores como el de Lourdes Torres y faltas ortográficas, hubo momentos humorísticos como la presencia del "querido Yusuam" para entregar el Premio Colateral otorgado por la Sociedad Cultural "José Martí" a Rachel Valladares. Esto para completar la mediocridad. Sin tener la culpa, paso sin mencionar a los ganadores ¿para qué? Realmente lo que antes era una ilusión, porque no todos podía ganar un "Guzmán", ahora pinta de gris, mucho más gris que la tumba donde debe estar revolviéndose el maestro.