Varios sacerdotes cubanos que confirmaron su decisión de salir a las calles este 15 de noviembre están bajo amenaza directa de la policía de la isla.
El Padre Alberto Reyes dejó un video como evidencia de los motivos que les mueven a acompañar al pueblo:
“Se me acaba de comunicar que desde la Oficina de Asuntos Religiosos han informado que, si salimos a acompañar a nuestros hermanos, seremos detenidos los padres Rolando Montes de Oca, Castor Álvarez Devesa y yo”, explica Reyes.
Sobre su decisión de salir a la calle sentenció: “Somos sacerdotes para proclamar el Evangelio de Jesucristo en medio de este mundo. Un Evangelio que habla de libertad, de justicia y verdad. Si este es el precio de ser coherentes con lo que predicamos, sea…estaremos, y caminaremos junto a este pueblo por las calles presas”.
"Esta nota me acaba de llegar de parte de mi hermano P. Alberto Reyes , los han amenazado con nombres y apellidos y ya no hay marcha atrás !!! Les Ruego de todo corazón que los mantengan en oración para que Dios los proteja y los cuide de todo mal y peligro Compartan este mensaje a cuantas personas puedan llegar, es necesario que el mundo siga conociendo las injusticias de la tiranía Comunista a la que están sometidos en Cuba. Dios está con ustedes y Confiamos en la grandeza de tu poder Señor", dice una cubana tras conocer la decisión de los sacerdotes.
La víspera, el cubano Yunior García Aguilera no pudo hacer su caminata pacífica este domingo pese a haber manifestado que iría en solitario y portando una flor, nuevas imágenes muestran cómo vecinos del edificio donde vive bloquearon la puerta de su casa.
El actor y dramaturgo cubano no pudo salir este domingo 14 de noviembre de su casa. El régimen se lo impidió, a pesar de que el joven anunció que caminaría, con una rosa blanca, por las calles de La Habana.
Desde su vivienda, el artista compartió un mensaje al mundo y colgó en su ventana un cartel en el que se lee “Mi casa está bloqueada”.
La plataforma Archipiélago se hizo eco de la denuncia y explicó:
En el día de hoy el dramaturgo Yunior García Aguilera no pudo cumplir con la marcha en solitario anunciada porque el régimen cubano lo sometió a un bloqueo cruel, ilegal e inhumano.
La acción de sitiar a un ciudadano para impedirle caminar por una calle habanera no solo se valió de un repugnante acto "cultural" de repudio y de un cerco con policías vestidos de civil, también consistió en tapiar su ventana usando la sagrada insignia nacional como un bochornoso telón de represión.
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