El año 2024 marcó un hito en la recuperación del turismo a nivel mundial, con cifras que casi igualaron los niveles previos a la pandemia de COVID-19. Sin embargo, Cuba experimentó una situación completamente distinta, destacando negativamente en un contexto de crecimiento global.
Según el Barómetro del Turismo Mundial de la ONU, entre enero y septiembre de 2024, el número de turistas internacionales alcanzó el 98% de los niveles de 2019, lo que equivale a aproximadamente 1.100 millones de viajeros. Este crecimiento, del 11% respecto al año anterior, refleja una recuperación sólida y generalizada.
Los ingresos por turismo también superaron las expectativas en numerosos destinos, con aumentos de dos dígitos en comparación con 2019. Este crecimiento se debió en gran medida a un mayor gasto por turista.
Oriente Medio lideró el crecimiento con un 29% respecto a 2019, seguido de África y Europa. Asia y el Pacífico continuaron recuperándose, aunque a un ritmo más lento.
En contraste con la tendencia mundial, Cuba recibió apenas 2 millones de visitantes en 2024, menos de la mitad de los niveles de 2019. Esta fuerte caída se atribuye a una combinación de factores internos y externos.
La crisis económica interna, caracterizada por apagones, escasez de alimentos y combustible, y problemas en la infraestructura turística, disuadió a los visitantes. Además, la falta de diversificación en la oferta turística limitó las opciones para los viajeros.
A pesar de la disminución en el número de turistas, Cuba incrementó en un 112% anual la inversión en hoteles y restaurantes en el primer semestre de 2024. Según la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), se destinaron 4.931 millones de pesos a este sector, lo que representa un aumento significativo en comparación con el año anterior.
La aparente contradicción entre la disminución del turismo y el aumento de las inversiones se explica por la apuesta del gobierno cubano por revitalizar el sector turístico a largo plazo. Se espera que estas inversiones en nuevas infraestructuras hoteleras y servicios complementarios atraigan a más turistas en el futuro y generen mayores ingresos para el país.
Mientras el mundo celebra el renacimiento del turismo, Cuba enfrenta un escenario complejo. La caída en el número de visitantes y la falta de resultados inmediatos de las inversiones en el sector turístico sugieren la necesidad de una reforma profunda en el modelo turístico cubano para adaptarse a las demandas del mercado global.
La situación del turismo en Cuba es compleja y presenta un panorama contrastante. Por un lado, el gobierno apuesta por el sector turístico como motor de la economía, realizando importantes inversiones. Por otro lado, la crisis económica interna y la falta de diversificación de la oferta turística representan desafíos significativos para alcanzar los objetivos planteados.
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