La reconocida abogada y conductora del programa Caso Cerrado, Ana María Polo, expresó su preocupación por el aumento de la discriminación hacia los latinos en Estados Unidos, fenómeno que, según ella, se ha agudizado bajo la administración de Donald Trump.
En una entrevista exclusiva con la edición estadounidense de El País, la cubanoamericana compartió una reflexión crítica sobre el clima social y político que vive el país. “Es difícil ser latino y no sentirse discriminado en EE UU en este momento”, afirmó Polo, quien emigró de Cuba a los dos años de edad.
Durante la conversación con el periodista Abel Fernández, la abogada calificó la división política del país como “muy grave” y “muy fea”, y manifestó su preocupación por las políticas impulsadas por el gobierno de Trump, las cuales, a su juicio, han afectado profundamente a la comunidad inmigrante y latina.
“Existe una discriminación clara y contundente dirigida contra los latinos”, aseguró, advirtiendo además que el balance de poderes en Estados Unidos se ha visto seriamente alterado, con un gobierno que “ha inclinado la balanza a favor de ciertos intereses y socavado derechos civiles fundamentales”.
Sobre su carrera televisiva, Polo reconoció que aún recibe ofertas para retomar Caso Cerrado, pero descartó regresar al formato que la hizo famosa. “Uno envejece, y tampoco tengo ganas de estar yendo a darme bótox y rellenos”, dijo con franqueza.
Explicó que el ambiente actual en EE UU no favorece programas como el suyo, donde se abordan temas sensibles con libertad. Criticó la censura en los medios y afirmó que no está interesada en seguir el camino de figuras como Jimmy Kimmel o Stephen Colbert, quienes, según dijo, han enfrentado presiones políticas por parte del gobierno de Trump.
“Quiero hacer un programa donde la libertad de expresión se respete de verdad, no se esté cortando a pedacitos”, sostuvo la abogada, quien comparó el clima actual con el macartismo, una época de persecución política en la historia estadounidense.
Polo también mostró inquietud por la influencia de la religión en las decisiones gubernamentales, especialmente en temas como el aborto. “Los gobiernos no son para imponernos ideologías o dogmas religiosos”, afirmó, criticando las posturas conservadoras que buscan restringir los derechos reproductivos de las mujeres.
Asimismo, denunció que la administración Trump ha alterado el equilibrio entre los tres poderes del Estado —judicial, ejecutivo y legislativo— y alertó sobre la tendencia del Tribunal Supremo a ceder ante las demandas del presidente, revirtiendo derechos fundamentales conquistados por la sociedad.
Firme defensora de las libertades civiles, Polo recordó su apoyo al matrimonio igualitario en 2014 y advirtió que otros derechos podrían estar en peligro si continúa esta tendencia.
Más allá de su trayectoria televisiva, Ana María Polo ha mantenido un compromiso activo con causas sociales. En 2020 fue portavoz de la organización When We All Vote, fundada por Michelle Obama, y aseguró que seguirá promoviendo la participación ciudadana en las próximas elecciones. “El voto es el arma más poderosa que tenemos los ciudadanos”, concluyó la abogada, reafirmando su fe en el activismo y la responsabilidad cívica.