Para nadie es ya un secreto que las condiciones de precariedad en Cuba, así como una serie de medidas gubernamentales adoptadas en las circunstancias menos favorables, han desatado una inflación en la economía nacional que se expresa en todos los artículos necesarios para constituir la vida diaria.
En medio de un desabastecimiento generalizado, en que el Estado solo es capaz de surtir, a duras penas, sus tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC), el mercado alternativo se erige como tabla de salvación sobre el mar de la insuficiencia. Pero, ¿a qué precio, literalmente hablando?
Desde el año pasado, la administración del gobernante designado Miguel Díaz-Canel decidió implementar la llamada “Tarea Ordenamiento”, una medida que pondría fin a la dualidad monetaria del país y, además, fijaba el salario mínimo de los cubanos en 2100 pesos en Moneda Nacional.
Los propios gestores del “ordenamiento” vaticinaron que la decisión traería consigo una inflación en la economía, a la cual habría que observar para evitar futuros costos impagables. Sin embargo, a día de hoy los cubanos no dejan de sorprenderse con los precios que encuentran para adquirir lo más básico.
Las redes sociales han servido para ilustrar la situación. En el grupo de Facebook llamado “MLC, donde hay equipos electrodomésticos, comida y bebidas, La Habana”, pueden encontrarse varios de esos artículos que muy difícilmente los usuarios hallarían a la venta en tiendas estatales.
Pares de chancletas de 700 y 1200 pesos, juegos de mueble para terrazas de 16 500 a más de 20 000. “Shorts 600 MN, chancletas 1200 MN, cajita de condones 60 MN (trae 3), Vino 250 MN, Ron 350 MN”, dice un anuncio en el grupo.
La escasez de condones en el país, por ejemplo, ha generado otros disímiles problemas, como un aumento de embarazos en adolescentes, de enfermedades de trasmisión sexual y mujeres que recurren al procedimiento médico para el aborto, ya que las píldoras anticonceptivas también faltan.
La prensa oficialista de Ciego de Ávila reportó un incremento drástico de féminas de ese territorio que acudían a los hospitales con el fin de someterse a legrados. En el caso de la localidad de Chambas, aumentaron de nueve a 57 los procedimientos realizados en el primer trimestre de 2022. En otras, como Morón, crecieron de 62 a 193 en la referida etapa.
El mercado negro representa la única fuente donde adquirir copas menstruales, preservativos, tabletas anticonceptivas, inyectables, y test de embarazo. Asimismo, en los hospitales es deficiente la disponibilidad de camas y de recursos para los legrados. Hubo en Ciego de Ávila un déficit de Misoprostol de tres meses, aplicable para los abortos medicamentosos.
La administradora de una farmacia local en el centro de la ciudad cabecera, declaró que ese centro recibió preservativos por última vez el 13 de octubre de 2021 y que, de un máximo posible de 5 000 estuches, llegaron solo 720.
De igual modo, en el mismo establecimiento el año pasado no vendieron Etinor, el Estracip se ha mantenido con entradas irregulares y el Levonorgestrel (píldora del día después) solo se ha recibido una vez en lo que va de año, explicaba el citado reporte.
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