Las autoridades migratorias de México otorgaron una visa humanitaria a los padres de Elianis —también conocida como Karen—, la joven cubana asesinada durante el ataque armado e incendio provocado en el centro nocturno Lacoss, en Puebla. La medida pone fin a un largo y doloroso proceso marcado por obstáculos burocráticos, impedimentos de viaje y una identificación forense realizada de manera remota.
Durante días, el cuerpo de la joven permaneció sin poder ser entregado a sus familiares. Su madre, residente en Cuba, carecía de autorización para salir de la isla y tampoco tenía los recursos económicos para viajar a México. Esta situación dejó los restos en un limbo legal, pues las autoridades mexicanas requerían la presencia de un familiar directo para completar los trámites.
La imposibilidad del viaje obligó a recurrir a un procedimiento poco común: la identificación del cuerpo vía Zoom. En la videollamada participaron personal del Servicio Médico Forense de Puebla, la tía y el abuelo materno de la joven desde Cuba, quienes confirmaron la identidad de la víctima. Esa validación quedó asentada oficialmente, pero no resolvió el problema principal: nadie autorizado podía presentarse físicamente para reclamar el cuerpo.
La tragedia de Elianis —una madre de un niño de apenas dos años— se suma a las siete muertes registradas en el ataque al bar Lacoss, donde sicarios ingresaron, dispararon contra los presentes y luego iniciaron un incendio. Según reportes oficiales, la joven falleció por intoxicación por monóxido de carbono. Medios locales indican que entre las otras víctimas había meseros, trabajadores del establecimiento y un DJ.
El padre de la joven relató que su hija había emigrado a México buscando “un mundo mejor”, una aspiración compartida por miles de cubanos que salen de la isla empujados por la crisis económica. Había comenzado a trabajar recientemente en el centro nocturno, intentando estabilizarse para apoyar a su familia en Cuba.
La visa humanitaria concedida permitirá ahora que ambos padres viajen a Puebla para hacerse cargo del cuerpo, proceder a su cremación y regresar a Cuba con las cenizas, como ha solicitado la familia desde el inicio. Esta autorización también les permitirá cumplir con los ritos funerarios que durante días permanecieron en suspenso.
En redes sociales, diversos medios mexicanos difundieron detalles de la vida de la joven, quien compartía en Instagram imágenes de su trabajo como bailarina y fotos junto a autos de lujo, joyas y ropa de diseñador. Una de las publicaciones más comentadas es una fotografía generada con inteligencia artificial donde aparece abrazando a su pequeño hijo, acompañada del mensaje: “Cuánto diera porque se haga realidad esta foto”.
La investigación en México continúa. El secretario de Seguridad Pública de Puebla señaló dos líneas principales: un posible conflicto vinculado con la venta de drogas dentro del establecimiento y otra relacionada con el cobro de piso, una forma de extorsión atribuida al crimen organizado. Ambas hipótesis apuntan al mismo trasfondo: la expansión de redes criminales en la región y la falta de estrategias efectivas para impedir que hechos violentos cobren vidas inocentes, como la de esta joven madre cubana.
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