María del Carmen Hernández Carús, madre de Leticia Martínez Hernández, jefa de comunicación del gobernante cubano Miguel Díaz-Canel, expresó su indignación en redes sociales por los constantes apagones en Cuba y la falta de respuesta por parte de la Empresa Eléctrica. Aunque posteriormente eliminó su publicación y la sustituyó por otra, sus comentarios iniciales revelaron su frustración y los privilegios a su alcance.
En su extenso post original de Facebook, Hernández Carús denunció la falta de atención a su reclamo de averías, que había dejado su hogar sin servicio eléctrico durante más de 24 horas. “Mañana no iré a trabajar y tal vez tampoco trabajaré pasado mañana, todo depende de cuando el despachador de la Empresa Eléctrica de Santa Clara entienda que debe enviar un carro a resolver el problema que hay en la alimentación de mi casa”, dijo la profesora de la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas.
Hernández Carús explicó que sus reportes a la Empresa Eléctrica de Santa Clara no habían sido atendidos, obligándola a quedarse en casa y faltar al trabajo mientras esperaba el restablecimiento del servicio. “He llamado varias veces para recordarles y para preguntar cuándo atienden mi queja, pero los operadores por supuesto no saben, solo dicen que en algún momento me atenderán. No conozco si en Santa Clara hay alguna situación de emergencia que los tenga tan ocupados. Cuando hice la queja, la joven que me atendió me preguntó: ‘¿Pero es solamente en su casa?’. ‘Sí’, le dije. Intuí al responder que mi prioridad sería casi nula, pero ahora ya veo que NO ES CASI, ES NULA”.
En su publicación, que posteriormente eliminó, la profesora universitaria narró cómo su hogar quedó sin una de las fases eléctricas tras una jornada de apagón programado, limitando la energía a una sola habitación de la casa. Sus palabras, llenas de indignación, fueron capturadas por internautas cubanos que denunciaron la hipocresía de Hernández Carús. La madre de Leticia borró su crítica publicación y la sustituyó por otra, todavía más petulante, insinuando un trato privilegiado por ser la madre de una alta funcionaria del régimen cubano.
“Quién sabe si están esperando a que haya más reportes de por acá, para ahorrar combustible, ¿verdad? Tengo esperanza de que un día vengan los linieros, tengo esperanza en que mi jefe no me descuente los días que faltaré, tengo esperanza de que mis alumnos comprendan mi ausencia, en fin, que la esperanza es lo último que se pierde, como dice el dicho. Porque la vergüenza, no, la vergüenza ya algunos la perdieron”, afirmó la docente de la universidad villaclareña, el “alma mater” de Díaz-Canel.
El post de Hernández Carús desató reacciones encontradas en las redes sociales. En Twitter, el usuario Liborio calificó su postura como “contrarrevolucionaria y egoísta” por denunciar públicamente y exigir atención prioritaria. “Negarse a trabajar mientras reclama un salario no es precisamente ‘pensar como país’”, comentó irónico el usuario, tildando la acción de “traición”.
En su nueva publicación, Hernández Carús intentó aclarar que la solución llegó gracias a la intervención de exalumnos suyos, quienes ofrecieron ayuda de manera desinteresada, y no por influencia política o familiar. “No me voy a detener en los que, desde su resentimiento con la vida, destilan veneno a toda hora e insinúan que la solución llegó a través de Leticia. Pude haberla llamado para que me ayudara. Es más, tengo línea directa más alta, pero no la usé. En la casa donde ella se crió y la crié yo, todos andamos con la mirada limpia y sin prebendas, nada tuvo ella que ver con la solución del problema, sigan ustedes consumiéndose en su pestilencia. Dan vergüenza y lástima”.
Leticia Martínez Hernández, jefa de Comunicación del Palacio de la Revolución, es una figura clave en el equipo de comunicación de Miguel Díaz-Canel. Su rol implica diseñar y ejecutar estrategias para proyectar la imagen del gobernante cubano y su "liderazgo" al frente de la llamada "continuidad", así como encubrir, manipular y tergiversar la realidad de las crisis económicas y sociales que afectan al país.
Martínez Hernández ha sido criticada por su estilo comunicativo, que refuerza la narrativa oficial y triunfalista del régimen cubano. En octubre de 2022, desató una polémica al calificar de “egoístas e insensibles” a los habaneros que protestaban por los apagones y la falta de agua y alimentos tras el paso del huracán Ian. Sus declaraciones, compartidas en redes sociales, buscaron desacreditar las manifestaciones populares, lo que provocó un amplio rechazo entre la sociedad civil cubana.
No es la primera vez que su labor genera controversias. En 2020, el Partido Comunista censuró una nota oficial del Consejo de Ministros publicada en la web de la Presidencia, evidenciando tensiones internas en las estrategias comunicativas del gobierno. Además, Martínez Hernández ha estado en el centro de críticas por la manera en que maneja la imagen de Díaz-Canel en redes sociales, siendo señalada en episodios como la publicación de un video del mandatario intentando realizar cálculos matemáticos, que fue motivo de burlas masivas, o una fotografía frente al mar que se convirtió en un meme.
Bajo su gestión, la presidencia de Cuba también ha adoptado medidas para perseguir cuentas de parodia de dirigentes cubanos, lo que ha sido percibido como un intento de limitar la libertad de expresión en redes sociales. En resumen, Leticia Martínez Hernández encarna el estilo de comunicación oficialista del gobierno cubano, caracterizado por su defensa del régimen, el control del discurso público y la narrativa de legitimidad en medio de crecientes críticas sociales y económicas.
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