El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) deportó recientemente a Esteban Ríos, padre del infante de Marina estadounidense Steve Ríos, luego de más de tres décadas viviendo en Estados Unidos y con una solicitud de residencia permanente pendiente, según informó NBC 7 San Diego.
El incidente ocurrió el pasado 28 de septiembre en la base militar de Camp Pendleton, en California, cuando Esteban y su esposa, Luisa Rodríguez, acudieron a recoger a su hija embarazada, Ashley Ríos, y a su yerno, también infante de Marina. Ambos fueron detenidos por agentes de inmigración, liberados temporalmente con grilletes electrónicos y posteriormente arrestados nuevamente en una cita con funcionarios de ICE. Finalmente, Esteban fue deportado el 10 de octubre, dejando a su familia en shock.
Steve Ríos, quien se enlistó en el Cuerpo de Marines inspirado por sus padres, relató que su progenitor mantuvo una actitud positiva antes de partir: “Sí, esta es mi camisa de la suerte, así que estaremos bien”, refiriéndose a una prenda que decía: “Orgulloso padre de un marine estadounidense”.
Durante años, el alistamiento militar se ha promovido como un medio para lograr estabilidad, especialmente entre familias inmigrantes. Sin embargo, expertos advierten que estas promesas no garantizan alivio migratorio, y el Cuerpo de Marines aclaró que los reclutadores no pueden ofrecer seguridad sobre permisos de residencia o protección ante deportaciones.
El caso ha generado debate público y mediático, debido a la aparente contradicción entre el servicio militar de Steve y la detención de sus padres, quienes, según la familia, habían trabajado durante más de 30 años en Estados Unidos lavando autos y limpiando casas, además de tener solicitudes de green card pendientes patrocinadas por Steve.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) indicó posteriormente que Esteban Ríos tenía antecedentes penales que incluyen violencia doméstica y asalto agravado con arma mortal, y que había sido deportado anteriormente en 1999 y 2005, y nuevamente ordenado a ser expulsado en 2020 tras ingresar ilegalmente al país. Esta información generó confusión, ya que ICE inicialmente no había ofrecido detalles sobre el historial del hombre y acusó a la prensa de “oscurecer deliberadamente los hechos”.
La familia, mientras tanto, expresó su frustración y dolor. Steve Ríos afirmó que sus padres siempre lo inspiraron y que su alistamiento en los Marines fue un intento de honrar su sacrificio y contribuir al país que consideran su hogar. La deportación, dijo, representa un golpe emocional en medio de la expectativa del primer nieto de la familia, que su madre estaba a punto de dar a luz.