Un nuevo escándalo sacude al turismo cubano. En el Memories Flamenco Beach Resort, uno de los hoteles insignia del polo turístico de Cayo Coco, varios huéspedes sufrieron intoxicaciones estomacales tras consumir carne de cerdo en mal estado, servida en los bufets del complejo durante el pasado mes.
Según reveló una fuente interna del resort, actualmente residiendo fuera de Cuba, el incidente se produjo cuando bandas de carne de cerdo quedaron horas sin refrigeración en la zona de carga del hotel.
La falta de mantenimiento del sistema de frío y la negligencia del personal provocaron que la carne comenzara a descomponerse a simple vista, desprendiendo un olor fétido.
Pero lo más indignante, según esta denuncia exclusiva de La Tijera News, es que la Directora Adjunta del hotel, Irena Machado Santiesteban, conocida entre los trabajadores como “Iré”, ordenó cocinar la carne de todos modos, justificando su decisión con una frase que hiela la sangre:
“Total, los turistas son cubanos.”
El resultado fue inmediato. Decenas de clientes —principalmente familias de la isla que habían ahorrado durante meses para disfrutar de unos días en la playa— sufrieron vómitos, diarreas y fiebre.
Sin embargo, no hubo reporte oficial, ni investigación, ni sanción alguna.
De acuerdo con el testimonio, los inspectores de Higiene y Epidemiología de Morón, que debían intervenir en el caso, fueron sobornados con una factura manipulada y varias botellas de ron, asegurando así el silencio administrativo y el encubrimiento del incidente.
El hecho revela una vez más el colapso ético del sistema turístico estatal cubano, donde la corrupción y el desprecio por la vida humana son moneda corriente.
Mientras los directivos del resort disfrutan de privilegios y viajes al extranjero, los turistas nacionales —considerados ciudadanos de segunda categoría— son víctimas de negligencias criminales que quedarían impunes si no se denuncian públicamente.
Este caso del “cerdo podrido de Cayo Coco” corre como pólvora en redes sociales, desatando la indignación de usuarios que exigen la destitución inmediata de los responsables y una revisión profunda del sistema turístico estatal.
Una vez más, La Tijera News pone el dedo en la llaga: detrás de los hoteles de lujo que el régimen vende al mundo, se esconde una podredumbre moral que enferma tanto como la carne servida a su propio pueblo.
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