Durante el debate anual en la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la resolución que condena el embargo estadounidense a Cuba, el embajador de Estados Unidos ante la ONU, Mike Waltz, protagonizó un discurso contundente en el que pidió a los países miembros “no legitimar a una dictadura corrupta”.
El diplomático calificó la sesión como un “teatro político repetido desde 1992”, asegurando que el régimen cubano utiliza cada año la tribuna de Naciones Unidas para victimizarse ante el mundo. “Esta farsa pretende ocultar las verdaderas causas del sufrimiento del pueblo cubano: la represión, la corrupción y el fracaso del comunismo”, afirmó Waltz ante los delegados internacionales.
El representante estadounidense desmintió que las sanciones de Washington sean las responsables de la crisis humanitaria en la isla. “Estados Unidos exportó más de 585 millones de dólares en alimentos y medicinas a Cuba en 2024. ¿Cómo puede llamarse eso un bloqueo?”, cuestionó.
Según Waltz, el régimen de La Habana mantiene amplias relaciones comerciales con el resto del mundo, pero prefiere “usar el mito del bloqueo para encubrir la miseria generada por su propio sistema”. Añadió que el gobierno cubano “invierte en hoteles vacíos mientras su pueblo hace colas interminables por un pedazo de pan”.
El embajador también denunció los vínculos de Cuba con gobiernos autoritarios y redes criminales, afirmando que La Habana colabora con “organizaciones terroristas, el narcotráfico y el régimen de Maduro”, y que incluso ha enviado mercenarios a la guerra en Ucrania.
Waltz recordó que más de dos millones de cubanos han huido del país en los últimos años, impulsados por la falta de oportunidades y la represión política. “Mientras la gente escapa por mar y tierra, el régimen encarcela a más de 700 presos políticos y usa la exportación forzada de médicos como negocio”, señaló.
Asimismo, criticó que el gobierno cubano mantenga cuentas millonarias en el extranjero, mientras dentro del país escasean alimentos, medicinas y libertades.
“Este no es el Parlamento comunista de La Habana —subrayó Waltz—. Aquí se viene a hablar con hechos. Y los hechos son que el régimen cubano ha saqueado su nación y oprimido a su pueblo durante más de seis décadas.”
El discurso de Waltz fue respaldado por Hillel Neuer, director ejecutivo de la organización UN Watch, quien escribió en la red X: “Poderoso discurso del embajador de EE. UU. contra el ritual anual de la ONU que presenta al régimen cubano como víctima, cuando en realidad es el verdugo de su pueblo”.
UN Watch, con sede en Ginebra, es una organización independiente que supervisa el sistema de Naciones Unidas y denuncia los abusos de derechos humanos cometidos por regímenes autoritarios.
El embajador pidió a los países miembros abstenerse o votar en contra de la resolución impulsada por La Habana, argumentando que solo sirve para dar “oxígeno político a una dictadura en decadencia”.
“No existe un solo ejemplo en la historia de una economía comunista que haya funcionado”, concluyó Waltz. “La única igualdad que ofrece el socialismo es que todos sean igualmente pobres y miserables.”
Michael George Waltz, excongresista republicano por Florida y veterano de guerra en Afganistán, fue designado embajador ante la ONU por el presidente Donald Trump en 2025. Condecorado con la Estrella de Bronce, es reconocido por su postura firme frente a regímenes autoritarios como los de Cuba, Venezuela, Irán y China.
Su intervención en la Asamblea General refuerza una nueva línea diplomática estadounidense: responsabilizar a los gobiernos represivos por su fracaso interno, en lugar de culpar a las sanciones externas.
(Con información de Martí Noticias)
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