Los cubanos ven con indignación cómo los precios de alimentos y artículos de primera necesidad siguen en constante alza ante la firme escasez que los rodea. Precios astronómicos son cada vez más comunes tanto en el mercado formal como el alternativo.
Así lo expone Ángel Marcelo Rodríguez Pita, miembro de la plataforma Cuba Humanista, al denunciar los incrementos de precio en los frijoles, las viandas, las hortalizas, el arroz, la carne de cerdo, entre otros.
“Encontramos que una libra de malanga puede estar a 80 pesos, una bolsa de leche en polvo está cercano a los 1000 pesos cubanos, una bolsa de panes, que lo que trae cuando más son de 7 a 10 panes, puede costar entre 40 y 50 pesos. No hay en el mercado esos productos entonces es muy difícil para las personas poder acceder a ellos”, dijo desde La Habana a Radio Televisión Martí.
“Es muy, muy, muy complejo para el ciudadano común. Aquí a veces yo me equivoco y le digo a la gente que con 5000 pesos que cobra una persona de salario, y muchas personas me dicen: 'No, no, recuerda que la mayoría está cobrando entre 2000 y 2500 más o menos. Los más beneficiados cobran cerca de 3000, pero muy pocos cobran 5000' y es cierto. La mayoría de las personas que cobran cerca de entre 2500 y 3000 pesos están pasándola muy mal”, explicó.
El gobierno cubano fijó el salario mínimo en 2100 pesos al implementar la llamada “tarea ordenamiento”, que arrancó en 2021 y entre sus objetivos estaba poner fin a la circulación del peso convertible CUC y la consecuente dualidad monetaria en la isla.
No obstante, los propios artífices de la medida reconocieron que esta traería consigo una inflación de la economía, aunque, al parecer, no previeron los niveles que alcanzaría en medio de una crisis agravada por la pandemia del coronavirus.
En octubre, el gobierno indicó una inflación del 60 % en los precios minoristas en los comercios y del 6.900 % en el mercado informal.
La opositora Leticia Ramos Herrería, residente en Cárdenas, Matanzas, comentó que los costos en ese territorio incluso superaban ya a los de La Habana. “Mira, aquí un pan de barra que no te cabe en una mano, te cuesta 35 pesos moneda nacional. Seis pancitos te cuestan 60 pesos moneda nacional, por la calle porque el Estado no te vende pan, aquí por lo menos en Cárdenas. Un paquete de muslos de pollo, que lo que traen son de 10 a 20 muslos está en 1300 - 1400 pesos en moneda nacional”, detalló.
Otra situación que lamenta son las irregularidades recientes en cuanto a la distribución de la canasta familiar en bodegas estatales, a través de las libretas de abastecimiento. Actualmente están limitados los productos y las cantidades en varios casos.
“Mira, daban 2 libras por persona en la bodega, de azúcar. Dieron este mes una sola libra de azúcar prieta porque de azúcar blanca no vino, del arroz, de siete libras que daban, hay bodegas donde llegó nada más que cinco libras de arroz por la tarjeta. Es una minidosis”, lamentó Ramos.
La víspera, Betsy Díaz Velázquez, ministra de Comercio Interior de Cuba, pidió “comprensión” al pueblo ante los atrasos en las entregas de la canasta familiar, atribuidos por el gobierno a la falta de materias primas que llegan a través de importaciones al país.
Asimismo, informó que se repartiría a la población un tercer módulo de alimentos procedente de las donaciones humanitarias recibidas por Cuba. Este incluye arroz, pastas, azúcar y dos unidades de sardina.
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