"Qué no te importe ser la 'auxiliar de limpieza'", dijo este domingo la influencer cubana Yordanka Battle Moré con imágenes de su trabajo, que consiguió después de ser expulsada de una empresa estatal.
"Ningún trabajo es deshonroso, ya que no define quién tú eres. En mí no hay orgullo ni vanagloria. ¿De qué me valía mi oficina con aire acondicionado y computadora? ¿De que me valía ser especialista?", cuestionó.
"Ganó en una semana más de lo que ganaba en un mes. Todo sin estrés, sin sobresalto, sin reuniones interminables carentes de oficios y beneficios. Sin compromisos 'gratuitos' que afectan tu tiempo y te desgastan emocionalmente".
"Como antes dije, solo me arrepiento el tiempo (y el dinero) que perdí. Hoy soy la de la limpieza, mañana no sé, pero segura estoy que esto no me denigrar. Soy Libre en la Cárcel Grande. ¿Han visto ustedes a una 'influencer' limpiapisos?", señaló en tono de broma.
"Si el que roba sale por la puerta grande, el que trabaja sale por la puerta inmensa", afirmó.
Varios cubanos la felicitaron por su trabajo y contaron sus experiencias.
"Trabajar no es deshonra. En mi caso como técnico de refrigeración para sobrevivir tenía que robar para después de mi horario laboral comenzar con el trabajo por la izquierda, que era el que realmente me daba el sustento", contó un cubano.
"Además, tenía que soportarle zoquetadas a los jefes incompetentes, cosa que mi orgullo no me permite y un buen día me cansé y llevo 23 años en un bicitaxi", agregó.
"Claro que eso no es deshonra alguna. Con título fui auxiliar de limpieza y llegué a cajera principal pero como bien dices los delincuentes más grande eran los jefes del Fondo de Bienes Culturales, donde trabajé durante 10 años y casi se puede decir que era la dueña de esa pocilga. Me fui por querer dormir tranquila con mis hijos y no seguir ni ser partícipe de delincuentes, ladrones, como la administradora, el jefe económico y los dirigentes del sindicato y el Partido Comunista de Cuba (PCC): los delincuentes más grande de ese centro", comentó una cubana.
"Cuando llegué a Estados Unidos, después de 27 años de médico, trabajé pintando casas, limpiando caca a viejitos y nada fue humillantes. En el mundo out of (fuera de) Cuba hay tantos diferentes trabajos que son incontables", dijo una cubana desde Las Vegas.
"Limpiar no es para nada deshonroso. Lo único no honesto es acostarte por dinero con viejos babosos de España, Canadá o Italia. Eso sí es no tener vergüenza. Así que, amiga, estoy segura ganas más ahí que en la oficina universitaria. Y con tu inteligencia hasta podrás hacer tu propio negocio: limpio, honesto y productivo", señaló.
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