Un grupo de campesinos cubanos en Holguín donaron alimentos a distintas instituciones de salud pública de ese territorio en la región oriental del país.
El donativo incluye viandas, cárnicos, leche, frutas, casabe, frijol, ajo, entre otros productos, los cuales fueron destinados al Hospital Pediátrico Octavio de la Concepción y de la Pedraja, hogares maternos y de ancianos del municipio holguinero.
Los campesinos pertenecen Consejo Popular de Brisas de Yareyal, en la capital holguinera, detalla un reporte de la prensa oficialista local. Cerca de 150 productores, de las nueve cooperativas de ese Consejo Popular, se dieron cita en el complejo gastronómico Brisas de Yareyal, para aglutinar el donativo antes de su traslado.
El productor de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Mártires del Moncada, Lisbany Díaz Ortiz, quien recientemente tuvo a su hijo durante 16 días en el Hospital Pediátrico, entregó plátano burro y coco a las instituciones.
Otro de los campesinos, Jesús Leyva Torres, miembro de la Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA) “Héroes del Moncada”, calificó la actividad como humana y exhortó a sus colegas a contribuir en ese propósito, reportó este jueves el periódico Ahora.
“Nuestra lucha en la actualidad es producir alimentos para el pueblo, por eso un día como hoy, convocado por Minerva Zaragoza, registradora pecuaria de la comunidad de Damián, decidimos aportar a esta donación unas viandas, leche y frutas”, afirmó Marisol Morales Montaña, asociada a la cooperativa Abel Santamaría.
El país sufre una aguda crisis de alimentos que empeora con el paso de los años. En 2021, un productor cubano donó un toro al Hospital General Docente "Iván Portuondo" de San Antonio de los Baños, perteneciente a la provincia de Artemisa, para alimentar a pacientes y trabajadores de la instalación.
Después de décadas de prohibiciones, los campesinos cubanos comenzaron a vender sus primeras reses, luego de que el gobierno eliminara la restricción que les impedía disponer de la carne y la leche de sus animales, cuando necesita desesperadamente aumentar la escasa producción de alimentos en el país.
El productor debe alcanzar un mínimo de 520 litros de leche al año por vaca para los productores de 1 hasta 10 vacas, y 550 litros de leche al año para los que posean más de 10, un plan apretado si se tiene en cuenta las cíclicas carencias de insumos y las sequías que padecen los campos cubanos.
Sin embargo, los estrictos requisitos para poder sacrificar a un animal derivan en un proceso engorroso, largo y burocrático, que a la larga podría desestimular al trabajador agrícola.