Una veintena de estados republicanos demandaron este martes la nueva política humanitaria de Estados Unidos, en vigor desde el pasado 6 de enero, que permite la entrada al país de hasta 30 000 inmigrantes procedentes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, informó este martes Univisión Noticias.
La demanda de 39 páginas presentada ante la Corte de Distrito del Sur de Texas, en Victoria, se alega que el gobierno, a través del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), "bajo el pretexto de impedir que los extranjeros crucen ilegalmente la frontera entre puertos de entrada, ha creado efectivamente un nuevo programa de visas sin las formalidades de legislación que deben ser aprobadas por el Congreso".
Los demandantes señalan en el escrito que el poder de libertad condicional del DHS "es excepcionalmente limitado" y ha sido restringido por el Congreso "varias veces y puede usarse solo caso por caso por razones humanitarias urgentes o un beneficio público significativo".
Los estados contrarios al programa dicen que "el plan del DHS permite que extranjeros en sus países de origen puedan obtener una autorización anticipada para ingresar a Estados Unidos, a pesar de que no haya otra base legal para que lo hagan".
"El programa de libertad condicional establecido por el DHS falla en cada uno de los tres factores limitantes de la ley. No es caso por caso, no es para urgencia por razones humanitarias y no promueve ningún beneficio público significativo. Equivale a la creación de un nuevo programa de visas que permite a cientos de miles de extranjeros (unos 360 000 al año) a entrar a Estados Unidos que de otro modo no tienen ninguna base para hacerlo. Esto es una burla y no sigue los límites establecidos por el Congreso".
Según Univisión Noticias, los estados que demandan son Alabama, Alaska, Arkansas, Carolina del Sur, Florida, Idaho, Iowa, Kansas, Kentucky, Louisiana, Mississippi, Missouri, Montana, Nebraska, Ohio, Tennessee, Texas, Utah, West Virginia y Wyoming.
"Todos los estados de Estados Unidos, especialmente los estados fronterizos como Texas, están siendo aplastados por el impacto de la inmigración ilegal. La agenda de fronteras abiertas de Biden ha creado una crisis humanitaria que está aumentando el crimen y la violencia en nuestras calles, abrumando a las comunidades locales y empeorando la crisis de los opiáceos”, dijo Ken Paxton, fiscal general de Texas.
"Este programa de amnistía ilegal, que invitará a cientos de miles de extranjeros a Estados Unidos cada año, solo empeorará drásticamente esta crisis de inmigración. Crea ilegalmente un camino de facto hacia la ciudadanía para cientos de miles de extranjeros", agregó el fiscal.
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