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Mientras el oriente sigue en ruinas, la FIHAV anuncia “recuperación”. Palabras de ministro Oscar Pérez‑Oliva Fraga causan indignación

Redacción de CubitaNOW ~ jueves 13 de noviembre de 2025

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El vice­primer ministro y ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Oscar Pérez‑Oliva Fraga, ha afirmado que la Feria Internacional de La Habana (FIHAV) “puede contribuir a la recuperación” de las provincias afectadas por el huracán Huracán Melissa.

Con esta declaración, el funcionario —sobrino nieto de Raúl Castro y Fidel Castro— busca proyectar una imagen de acción y solidaridad. Pero detrás de las palabras se adivina una estrategia más bien orientada a captar inversión extranjera y divisas, mientras la realidad del oriente cubano continúa sin resolverse. Como puede observarse la demagogia está a la orden del día entre los funcionarios de la dictadura.

La Feria está convocada para celebrarse del 24 al 29 de noviembre de 2025 en el recinto ferial Expocuba, en La Habana. En su edición de 2024 ya se anunció la presencia de más de 50 países participantes.

Decir que el evento ferial “puede contribuir a la recuperación” equivale a lanzar una promesa sin detalles concretos: ¿qué inversiones se espe­ran? ¿en qué plazos? ¿cómo se distribuyen los recursos hacia las zonas devastadas? Estas preguntas quedan sin respuesta. Esa ambigüedad es exactamente lo que caracteriza la demagogia: el funcionario se dirige a un público que espera soluciones reales, pero les ofrece un símbolo de esperanza (la Feria) en lugar de instrumentos tangibles.

Mientras ello ocurre, las provincias orientales siguen enfrentando apagones, daños de infraestructura, desabastecimiento y descuido estructural: niños y abuelos sin leche, miles de personas sin techo, otros miles sin cama.

La Feria, en cambio, aparece como escaparate internacional para mostrar al mundo que “algo se está haciendo”. Es decir: la prioridad no es tanto la reconstrucción integral del oriente, sino el logro de cifras, de exhibición mediática y de atracción de capitales foráneos.

Si bien no puede negarse que un evento de esta magnitud pueda tener efectos positivos —podría generar alianzas comerciales, atraer inversiones y visibilizar oportunidades—, la brecha entre lo dicho y lo hecho es ya suficientemente grande como para que estas afirmaciones parezcan más un guion propagandístico que una hoja de ruta realista.

En ese sentido, lo que el ministro anuncia deja de ser solo una iniciativa económica: se convierte en una herramienta política para transmitir que el gobierno actúa, sin necesariamente mediar una auditoría pública, un cronograma claro o mecanismos participativos para las comunidades afectadas.

En definitiva, la Feria es presentada como “la salida” para la recuperación post-huracán, pero quienes sufren los efectos directos siguen aguardando soluciones concretas. Las palabras del funcionario, más que un plan, parecen un símbolo. Y los símbolos, cuando no se traducen en hechos, sirven para ocultar la lentitud de la respuesta real.




Fuente: Alberto Arego


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