La situación económica continúa siendo gris para los cubanos. Datos de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) revelan que la inflación en el país se disparó hasta el 45,36 % en el pasado mes de abril.

El economista Pedro Monreal, a partir de los números oficiales, advirtió que las cifras suponen “un nuevo año ‘maldito’ para el poder adquisitivo de los salarios y pensiones en Cuba”.

“El aumento interanual general de precios en abril de 45,36% y el crecimiento interanual de 70.67% en el precio de los alimentos presagian un nuevo año ‘maldito’ para el poder adquisitivo de los salarios y pensiones en Cuba”, dijo en redes sociales.

Para el experto, las medidas gubernamentales no surten efecto en medio de una de las peores crisis desde la llegada de la revolución de Fidel Castro al poder. En tal sentido, consideró que “lo que sea que el gobierno cubano esté haciendo no ha hecho funcionar su programa de ‘estabilización macroeconómica’, anunciado para 2023, porque los datos oficiales de precios de abril confirmaron la solidez de una inflación de dos dígitos”.

Al analizar el nivel de ‘efecto’ de 67.81 en ‘alimentos y bebidas no alcohólicas’, el economista concluye que la inflación en Cuba es ‘halada’ por el precio de los alimentos, pero no se debe solamente a la baja capacidad de oferta agropecuaria, sino también a problemas de la política fiscal”.

También señaló que “el plan del presupuesto para 2023, mayoritariamente dependiente de tributos, apostó a un crecimiento muy alto de 31.7% de los ingresos tributarios, ‘ayudado’ por la inflación, pero con la crisis actual es problemático asumir una elevada recaudación de impuestos por utilidades”.

“Es plausible asumir que, además de la dificultad para cumplir el plan de ingresos del presupuesto, también crecería el gasto planificado de subsidios a entidades, estimado en más de 52 mil millones de pesos, incluyendo las eventuales mayores pérdidas en empresas estatales”, opinó.

Según el experto, “habría que esperar por más datos para confirmar, pero si el déficit presupuestario de 2023 superase la cifra planificada de algo más de 68 mil millones de pesos, reforzaría un tenaz desequilibro fiscal, espoleando la inflación por una creciente liquidez monetaria sin respaldo”.

La inflación interanual en el mercado formal cubano en abril (45.36 %) casi duplicó el porcentaje referido en el mismo mes de 2022, cuando se registró un 23.69 %, de acuerdo con cifras oficiales mencionadas por EFE.

En marzo, Monreal opinó sobre la iniciativa del régimen de La Habana y otros países afines de América Latina para acabar con la inflación en la región. “El problema de los precios de los alimentos en Cuba no se limita a su alto crecimiento. También tienen un nivel desproporcionado respecto a los ingresos del trabajo y están deformados por redes comerciales estatales o asociadas al Estado que fijan precios desmedidos”, apuntó entonces.

“No existen datos oficiales sobre pobreza y desigualdad, pero con la información de que más de un millón de trabajadores gana menos que el salario medio, es plausible asumir que la inflación ha tenido un gran impacto negativo en la pobreza y en la desigualdad en Cuba”, agregó. 

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