Un derrumbe parcial en el restaurante buffet del hotel Memories Trinidad del Mar, en Sancti Spíritus, dejó cuatro personas con heridas en la noche del martes 18 de noviembre, generando preocupación sobre la seguridad y el estado de la infraestructura turística en Cuba.

El incidente ocurrió alrededor de las 8:00 p.m., cuando una sección del techo falso, compuesto por placas de pladur, se desprendió de manera súbita mientras el restaurante estaba en funcionamiento. Según confirmó Luis Ernesto Camellón Curbelo, subdelegado del Ministerio de Turismo en el territorio, se trató de un fallo estructural aún bajo investigación.

Camellón Curbelo explicó que, aunque el evento generó daños materiales y obligó a evacuar el área afectada, la rápida respuesta del personal permitió atender de inmediato a los lesionados. Entre los heridos se encuentran tres turistas extranjeros y un cliente cubano, quienes fueron alcanzados por fragmentos del techo al caer. No fue necesario trasladarlos a un centro médico, pues presentaron contusiones menores y fueron asistidos en el propio hotel. “Están sin problema y han expresado satisfacción con la atención brindada”, señaló el funcionario.

Tras el derrumbe, ingenieros y técnicos del establecimiento acudieron al sitio para una evaluación preliminar y comenzar a determinar las causas exactas del desprendimiento. Paralelamente, se inició la contratación del personal especializado para ejecutar las reparaciones.

A pesar del incidente, el hotel mantuvo sus operaciones sin interrupciones. Los servicios gastronómicos fueron reorganizados de inmediato en otras áreas habilitadas, con el objetivo de evitar afectaciones a la experiencia de los huéspedes y garantizar la continuidad del servicio. El área dañada entró en proceso de mantenimiento y reparación con la promesa de restablecer su funcionamiento “en el menor tiempo posible”.

El Memories Trinidad del Mar, un complejo turístico todo incluido de cuatro estrellas con 241 habitaciones y una arquitectura inspirada en la villa colonial de Trinidad, se encuentra ubicado en la península de Ancón, una de las zonas de mayor afluencia turística del centro del país.

Aunque las autoridades turísticas calificaron el suceso como un hecho puntual, el derrumbe vuelve a poner sobre la mesa un problema que afecta a instalaciones hoteleras, centros estatales y espacios públicos en toda Cuba: el profundo deterioro acumulado por años de falta de mantenimiento, escasez de recursos y reparaciones parciales.

En los últimos años, múltiples instituciones —desde escuelas y policlínicos hasta edificios residenciales y hoteles— han sufrido desplomes, filtraciones, fallas eléctricas y daños estructurales como consecuencia del abandono prolongado. Estas situaciones no solo ponen en riesgo la seguridad de trabajadores y usuarios, sino que también afectan la ya golpeada imagen turística de la isla.

Recomendado para ti