Basura, mosquitos y descontrol: Cuba continúa con crisis epidemiológica agravada por la falta de acciones efectivas
Redacción de CubitaNOW ~ sábado 15 de noviembre de 2025
Las calles cubanas continúan sepultadas bajo montañas de basura, un escenario que se combina con la expansión descontrolada del dengue, el chikungunya y otras arbovirosis transmitidas por mosquitos. La crisis epidemiológica avanza sin freno, mientras el deterioro urbano y la falta de saneamiento profundizan el riesgo en barrios y comunidades de todo el país.
Aunque las autoridades sanitarias han reconocido parcialmente la gravedad de la situación, los discursos oficiales siguen restando peso al problema. Esta semana, el doctor Francisco Durán, director nacional de Epidemiología, junto a otros funcionarios del Ministerio de Salud Pública, admitió que la fumigación es insuficiente e insistió en pedir colaboración ciudadana para eliminar criaderos. Sin embargo, negó los rumores de un contagio masivo del 90 % de la población y redujo la cifra a un “30 %”, un número que sigue siendo extremadamente preocupante.
Las declaraciones del MINSAP contrastan con los comentarios dejados por los ciudadanos en la transmisión del programa en YouTube. Un usuario expresó su indignación con dureza: “Manada de mentirosos, dan asco. Un pueblo muriéndose de hambre, sin medicinas, sin condiciones de vida… Ninguno tiene vergüenza”.
Otro comentario expuso lo que muchos cubanos aseguran haber vivido en carne propia: “¿Qué van a decir, si han omitido por muchos meses la enfermedad que había en Matanzas, donde todos estaban enfermos en cama y no podían ni caminar?… Nadie hizo caso, todos estaban sordos y mudos, empezando por el señor Durán”.
Actualmente, 14 provincias reportan transmisión activa de dengue y chikungunya. La Habana, Matanzas y Ciego de Ávila están entre las más golpeadas. Según los propios datos oficiales, el 98,5 % de los casos de estas arbovirosis se concentran en Matanzas, La Habana, Camagüey, Cienfuegos, Artemisa y Villa Clara, con Matanzas como zona especialmente crítica.
La realidad en los barrios habla por sí sola: basureros abarrotados, aguas estancadas, fosas rebosadas y la ausencia evidente de programas de saneamiento efectivos. El panorama se agrava con hospitales desbordados, personal agotado y comunidades que no cuentan con las mínimas condiciones para prevenir la propagación del mosquito.
Un usuario lo resumió así: “El problema está en la cochinada que hay en las calles y hasta que no se resuelva ese problema de la recogida de basura, todo va a seguir igualito”.
La falta de fumigación sistemática, el deterioro de los servicios urbanos y la ausencia de soluciones estructurales convierten la crisis de arbovirosis en una prueba más del abandono institucional. Cuba enfrenta no solo un brote epidemiológico, sino también una profunda incapacidad estatal para garantizar condiciones básicas de salubridad.