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'Cuando la verdad molesta' respuesta de Larisa Camacho a quienes atacan desde perfiles ocultos

Redacción de CubitaNOW ~ viernes 14 de noviembre de 2025

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En tiempos donde cualquiera puede esconderse tras una pantalla, ofender se ha vuelto el deporte favorito de muchos. Es fácil lanzar una palabra hiriente cuando no se tiene un argumento sólido; es sencillo inventar rumores cuando falta valentía para mirar de frente. Pero crear historias falsas requiere imaginación, y convertirlas en “verdades” exige manipular datos. Ahí es donde varios quedan en evidencia.

Resulta curioso que personas que ni siquiera saben quién eres se atrevan a emitir juicios absolutos. Preguntan “¿Quién es ella?” con un tono despectivo, y segundos después afirman que no vives en Cuba, que hablas “desde la comodidad” o incluso te tildan de traidora.

Lo contradictorio es que, en su intento por atacar, acaban diciendo cosas que desarman su propio discurso: “Los que viven bien son los que se fueron”. Con esa frase, sin darse cuenta, reconocen dos verdades que intentan negar: que Cuba atraviesa un sufrimiento profundo y que hablar dentro del país tiene consecuencias.

No es mi intención convertirme en el centro del debate; lo importante no soy yo, sino la Cuba real y la urgencia de unirnos como nación. Sin embargo, vale la pena responder a quienes se esconden detrás de nombres falsos y perfiles vacíos. No los conoceré nunca, porque nunca muestran el rostro, ni el nombre, ni la responsabilidad que exige una opinión honesta.

¿Quién soy? Soy una mujer con un perfil público, auténtico y respetuoso. Soy locutora, comunicadora y, a diferencia de lo que algunos imaginan, también soy economista. Quien quiera saber más, puede hacerlo con un solo clic. No tengo nada que ocultar.

Pero ya que algunos solo entienden ciertos códigos, permítanme hablarles en uno que conozcan: no todos los cubanos que hablan lo hacen desde “afuera”, no todos los que opinan lo hacen por interés, y no todos los que critican lo hacen por destruir.

Hay quienes, desde cualquier parte del mundo, sueñan con una Cuba mejor y no están dispuestos a quedarse callados. La opinión se respeta. La mentira se desmonta. El insulto se ignora… pero no sin antes dejar claro que quien ofende sin argumentos no demuestra fuerza, sino miedo.

Y a ese miedo, yo no me voy a plegar nunca.

Del perfil de Larisa Camacho


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