El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel confirmó la muerte de Halil Karadeniz, un trabajador de la compañía turca Karen que resultó herido en un incendio ocurrido la semana pasada en la patana de generación eléctrica anclada en la Bahía de La Habana.
"Acaban de confirmarnos que falleció Halil Karadeniz, trabajador de la compañía turca Karen, quien había resultado herido en el accidente de la patana de generación eléctrica en La Habana. Nuestras condolencias a sus familiares, compañeros de labor y al gobierno de Turquía", expresó el mandatario en su cuenta de X.
El pasado 26 de septiembre, ocho personas resultaron heridas durante el incendio, ocurrido mientras se realizaban trabajos de soldadura en la patana turca de la bahía habanera. El Ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, informó en la red social X que el incendio fue controlado de inmediato y que los trabajadores lesionados estaban recibiendo atención médica. Este incidente ha resaltado las preocupaciones sobre la seguridad laboral en proyectos de infraestructura crítica en Cuba.
Después se informó que cinco personas de nacionalidad turca y un cubano continuaban ingresados, con diferentes pronósticos, en los hospitales Clínico Quirúrgico "Hermanos Ameijeiras" y Universitario "General Calixto García". Tres de los ocho lesionados son atendidos en el Hospital Clínico Quirúrgico Hermanos Ameijeiras. El doctor Trujillo Sánchez detalló entonces que presentaban quemaduras graves: "Estamos hablando de tres pacientes con cerca de un 40 %, un 30 % y 20 % de quemaduras, respectivamente", detalló. Según el parte médico, dos de ellos estaban en estado crítico extremo, mientras que el tercero se encontraba en condición muy grave.
Las quemaduras que presentaban, en algunos casos, alcanzaban hasta un 20 % de profundidad hipodérmica, lo que complicaba aún más su recuperación. Estas lesiones severas subrayan la gravedad del incidente y la necesidad de protocolos más estrictos de seguridad en el lugar de trabajo.
La patana de generación eléctrica es un componente esencial del sistema energético de Cuba, y su operación segura es vital para evitar interrupciones en el suministro de electricidad. La tragedia ha puesto de manifiesto las condiciones laborales en estas instalaciones y ha suscitado preguntas sobre las medidas preventivas que se estaban implementando.
El gobierno cubano ha expresado su solidaridad con las familias de los afectados y ha prometido una investigación exhaustiva para determinar las causas del incendio y evitar futuros incidentes. "Estamos trabajando estrechamente con las autoridades turcas y la compañía Karen para garantizar que se tomen todas las medidas necesarias para la seguridad de los trabajadores", afirmó el Ministro de Energía y Minas.
Este suceso también ha provocado una ola de apoyo y condolencias tanto dentro como fuera de Cuba. Diversas organizaciones y ciudadanos han expresado su tristeza por la pérdida de vidas y han llamado a mejorar las condiciones de seguridad en todos los sectores laborales. Las redes sociales se han llenado de mensajes de apoyo a las familias de los heridos y fallecidos, así como de críticas hacia las condiciones de trabajo en la isla.
El incendio en la patana de generación eléctrica es un recordatorio trágico de los riesgos asociados con los trabajos de mantenimiento y construcción en infraestructuras críticas. La comunidad internacional estará observando de cerca cómo las autoridades cubanas y turcas manejan las consecuencias de este incidente y qué medidas tomarán para proteger a los trabajadores en el futuro.
En resumen, la muerte de Halil Karadeniz y las graves heridas sufridas por otros trabajadores subrayan la urgencia de mejorar las condiciones de seguridad laboral en Cuba. La respuesta de las autoridades y las medidas preventivas que se implementen serán cruciales para evitar que tragedias como esta se repitan en el futuro.
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