El acuerdo entre el gobierno mexicano y el régimen cubano para enviar médicos de la isla a zonas rurales de México no solo ha generado polémica, sino que también ha puesto en evidencia el modelo de explotación que sustenta al sistema cubano. Según un reporte reciente, México pagó aproximadamente 24 millones de dólares entre 2022 y 2023 por los servicios de médicos cubanos, una suma que, lejos de beneficiar directamente a los profesionales, termina llenando las arcas del gobierno de Cuba.
De cada pago realizado por México, los médicos cubanos apenas reciben una fracción como salario. Se estima que los especialistas cubanos cuestan al gobierno mexicano alrededor de 5,800 dólares mensuales (100,000 pesos mexicanos), pero estos profesionales solo reciben aproximadamente 1,450 dólares mensuales, y en muchos casos, menos. El resto de ese dinero va directamente al gobierno cubano, que gestiona estos contratos a través de empresas estatales.
Este modelo no es nuevo; la exportación de médicos ha sido una de las principales fuentes de ingreso del régimen cubano, que recauda unos 11,000 millones de dólares anuales por el trabajo de más de 40,000 médicos enviados a 67 países. Sin embargo, para los médicos, esto representa una forma de esclavitud moderna, donde su trabajo es explotado para sostener una dictadura mientras ellos sobreviven con salarios miserables.
El contraste con los médicos mexicanos es impactante. Mientras que un médico cubano representa un gasto total mensual de más de 5,800 dólares, los médicos mexicanos ganan en promedio apenas 500 dólares mensuales (8,500 pesos). Incluso los especialistas contratados por el programa IMSS-Bienestar tienen ingresos significativamente inferiores, con salarios base de 1,200 dólares (20,434 pesos) y compensaciones que apenas alcanzan los 2,300 dólares (23,230 pesos) mensuales.
Para justificar esta contratación, el gobierno mexicano ha argumentado que es difícil cubrir plazas en zonas rurales debido a problemas de inseguridad y falta de infraestructura. Sin embargo, estos acuerdos no solo perpetúan el déficit de médicos mexicanos en dichas áreas, sino que también legitiman el modelo de explotación cubano.
Los médicos cubanos trabajan bajo estricta vigilancia del régimen, sin posibilidad de llevar a sus familias, y enfrentan represalias si intentan abandonar las misiones. Organizaciones internacionales han denunciado este sistema como una violación de derechos humanos, calificándolo como trata de personas patrocinada por el Estado.
Entre 2022 y 2024, México contrató a más de 3,100 médicos cubanos, pero la brecha en la cobertura de personal de salud sigue siendo enorme. Según datos oficiales, aún faltarían más de 140,000 especialistas para satisfacer las necesidades del país. Expertos han señalado que los fondos destinados a los médicos cubanos podrían haberse invertido en mejorar salarios y condiciones laborales para los médicos mexicanos, incentivando así a más profesionales a trabajar en comunidades rurales.
(Con información de "Cambio 22")
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