El primer ministro de Cuba, Manuel Marrero, recorrió este jueves Baracoa, Guantánamo. La visita ocurre una semana después de que un policía asesinó con su pistola reglamentaria al músico Roldy Polo Pérez y su familia pidiera justicia al presidente designado Miguel Díaz-Canel.
Sin embargo, Díaz-Canel fue enviado por el Partido Comunista a otros municipios de Guantánamo y no se acercó a Baracoa, según las imágenes compartidas por la cuenta oficialista Presidencia Cuba.
Díaz-Canel visitó la Comunidad Guaso en el municipio de Manuel Tames y la comunidad guantanamera La Sombrilla. “Vamos a resistir pero creativamente”, dijo.
Marrero sí recorrió barrios y empresas de Baracoa, aunque no se acercó al poblado Vega Larga, donde un policía mató a Polo.
El primer ministro inició la visita gubernamental por el Hotel Porto Santo para “chequear el desarrollo turístico de Baracoa”, dijo en Twitter.
Marrero luego se dirigió a Majubabo a visitar la Mini-Industria de Materiales de la Construcción y un organopónico comunitario. Según el dirigente, los pobladores le “plantearon sus principales problemas e inquietudes, referidos fundamentalmente a las viviendas, viales e inestabilidad del voltaje”.
También estuvo en el Vivero Tecnificado de producción de posturas de cacao y en la fábrica de chocolate Rubén David Suárez, “actualmente en preparativos para su próxima reapertura el 10 de marzo”, señaló.
“Cacao para exportar y el cubano no tiene un chocolate caliente que tomar, que bandidos son ustedes”, comentó Rigoberto Bayona en Twitter.
Marrero estuvo en el centro histórico de Baracoa en el Bar Restaurante La Casa Colonial, “negocio familiar con 23 años de experiencia. Cuenta con cinco habitaciones de renta, y sus principales clientes son alemanes, franceses, españoles e ingleses”, dijo.
El primer ministro estuvo también en la comunidad "El Van Van" en una escuela primaria y habló con los vecinos. “Nos plantearon sus principales preocupaciones, referidas fundamentalmente a la situación de la vivienda y el precio de los productos alimenticios”, apuntó.
El PCC da habitualmente un baño de masas a sus dirigentes en zonas no afines al régimen para mostrar el supuesto apoyo de la población a Díaz-Canel, Marrero y a la mal llamada Revolución. El año pasado lo hicieron en el poblado La Güinera, meses después del asesinato de Diubis Laurencio Tejeda por un policía durante las protestas pacíficas del 11 y 12 de julio de 2021.
Ahora repiten la estrategia en Baracoa después de que un policía asesinara a un músico el 15 de febrero de 2022.
La semana pasada los vecinos de Baracoa gritaron “¡Abajo el MININT! ¡Abajo los comunistas! ¡Abajo todos los que quieran justificar esta injusticia!” en el velorio de Roldy Polo Pérez.
El hermano de Polo dijo que “un comunista desgraciado del MININT me lo mató ayer de dos tiros. “Nos tienen amenazados, nos quieren echar miedo, nosotros no somos opositores, somos gente dolida que perdió a un hermano… ¿Qué le digo a sus seis hijos? ¿Cómo le explico a esos niños que creen que van a volver a ver a su papá?”
“¡Viva Roldy! ¡Viva la justicia! ¡Queremos justicia! ¡Díaz-Canel, queremos justicia!”, gritaron los vecinos de Polo.
El Ministerio del Interior emitió un escueto comunicado para justificar el asesinato del músico.
Según la versión oficial, “en la tarde del 15 de febrero, en la localidad de Vega Larga, en el municipio de Baracoa, un efectivo de la PNR, quien no se encontraba de servicio, le causó la muerte con su arma reglamentaria al ciudadano Roldy Polo Pérez, de 45 años de edad”.
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