En varias oportunidades hemos citado a la intelectual cubana Alina Bárbara López Hernández, no solo por el vuelo de su pluma sino por sus acciones terrenales y siempre pacíficas por el derecho a ser escuchada. Hoy les trasmito una cita textual de su muro de Facebook:
"Cuando los gobiernos viven de espalda al drama de sus pueblos, no representan sus necesidades y aspiraciones y se niegan a escuchar sus voces; la protesta pacífica constituye no solo un derecho, sino un deber cívico. Desde el 18 de marzo de 2023 he utilizado esa vía para expresar mi inconformidad. Con ello ejerzo el derecho a la manifestación pacífica que está refrendado en la Constitución de la República de Cuba.
"Es cierto que allí se aclara que las manifestaciones deben tener fines lícitos, pero esa es una cuestión de interpretación. Nada es más lícito que la lucha por la dignidad humana, la justicia social y por derechos políticos elementales como la libertad de expresión, violentados todos arbitrariamente en mi país.
"Cada día 18 permanezco durante una hora en el parque de la Libertad de la ciudad de Matanzas, cerca del simbólico conjunto escultórico que conforman la Libertad rompiendo sus cadenas y la figura de José Martí. Las demandas son las siguientes:
1 Una Asamblea Nacional Constituyente elegida democráticamente para redactar una nueva constitución aplicable en todas sus partes.
2 Que el Estado no se desentienda de la crítica situación de ancianos, jubilados, pensionados y familias que están en pobreza extrema.
3 Libertad para los presos políticos sin exilio obligatorio.
4 Cese del hostigamiento a personas que ejercen su libertad de expresión.
"A ellas sumo la denuncia sobre las terribles condiciones en que sobreviven los presos políticos en las cárceles de mi país: alimentación deplorable, carencia de medicamentos y condiciones higiénicas paupérrimas. También exijo se cumpla la Ley de Procedimiento Penal y que Fiscalía determine los próximos pasos a seguir en el engavetado proceso legal que se sigue contra la antropóloga Jenny Pantoja y contra mí, acusadas injustamente de atentado a una oficial que nos golpeó y maltrató impunemente el pasado 18 de junio.
"No soy miembro de ningún partido u organización política. No estoy convocando a nadie a seguirme porque creo firmemente que cada persona debe responsabilizarse por sus decisiones. Tampoco rechazaré a nadie que quiera acompañarme.
"No reconozco legitimidad alguna a la medida de reclusión domiciliaria que me ha sido impuesta, por ello no dejaré de manifestarme pacíficamente.
«No espero nada, no temo nada, soy libre»."
¿Debe ocupar o no un sitio en la historia cubana, esta inconmensurable mambisa que tiene como manigua redentora solo sus ideas"
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