La inflación en Estados Unidos registró un leve incremento en mayo de 2025, situándose en un 2.4% interanual, según datos publicados por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS). El alza estuvo impulsada principalmente por el aumento en los precios de la vivienda y los alimentos, mientras que otros sectores, como el automotriz y el energético, mostraron descensos.
En términos mensuales, el Índice de Precios al Consumidor (CPI) subió apenas un 0.1%, menos de lo anticipado por analistas, que esperaban un incremento del 0.2%. La inflación subyacente —que excluye alimentos y energía— también aumentó solo un 0.1% en mayo, por debajo del 0.3% previsto. En comparación con mayo del año pasado, este índice se ubicó en un 2.8%, ligeramente inferior al 2.9% estimado.
Aunque estos resultados parecen reflejar cierta estabilidad en los precios, los expertos advierten que los efectos completos de la política arancelaria del presidente Donald Trump aún no se han manifestado. “La cifra actual es tranquilizadora, pero todavía es temprano para descartar el impacto de los aranceles”, explicó Seema Shah, estratega de Principal Asset Management, en declaraciones a CNBC. Según la analista, es probable que los aumentos de precios derivados de las tarifas comerciales comiencen a reflejarse en los próximos meses.
De hecho, varios productos que se esperaba que sufrieran incrementos por los nuevos aranceles han registrado caídas de precios. Los vehículos nuevos y usados descendieron 0.3% y 0.5% respectivamente, mientras que la ropa bajó 0.4%. Estos retrocesos ayudaron a contener el alza general, al igual que una baja del 1.0% en el sector energético, donde la gasolina cayó 2.6%.
Sin embargo, el rubro de la vivienda sigue siendo el principal impulsor de la inflación. Los costos residenciales subieron un 0.3% en mayo y acumulan un alza de 3.9% en el último año. Aunque esta cifra representa la menor tasa desde fines de 2021, sigue siendo una preocupación para millones de familias.
En cuanto a los alimentos, el índice general también subió un 0.3%, con incrementos en cereales, productos de panadería y vegetales. A pesar de una baja mensual del 2.7% en el precio de los huevos, estos siguen siendo 41.5% más caros que hace un año.
La Reserva Federal monitorea de cerca estas cifras, ya que la inflación subyacente es clave para evaluar tendencias a largo plazo y ajustar la política monetaria. Varios funcionarios han advertido que los aranceles podrían generar una presión inflacionaria más fuerte en los meses venideros.
Mientras tanto, el Gobierno de Trump continúa negociaciones comerciales con países clave, especialmente en sectores estratégicos como las tierras raras y la tecnología. Las naciones afectadas por las tarifas tienen hasta julio para renegociar acuerdos antes de que entren en vigor nuevas medidas, según confirmó recientemente la Casa Blanca.