La mañana comenzó con horror en el Reparto Micro III del “Salao”, en Santiago de Cuba. Vecinos del Edificio 25 despertaron con la trágica noticia del asesinato de Melissa Castillo, una joven madre de dos hijos, quien fue brutalmente agredida por su ex pareja, un hombre natural de Guantánamo.
Según los primeros reportes, el agresor irrumpió en la vivienda de Melissa y, sin importar la presencia de sus hijos ni otros familiares, le arrebató la vida de manera despiadada. Aunque las causas oficiales del crimen aún no han sido divulgadas, fuentes cercanas sugieren que los celos y el resentimiento tras la ruptura de la relación podrían haber sido detonantes.
En un intento por defenderla, su actual pareja y un tío que se encontraba en la casa también resultaron gravemente heridos. Ambos permanecen hospitalizados con pronóstico reservado. La escena fue descrita como dantesca por testigos que presenciaron cómo los servicios de emergencia bajaban el féretro de Melissa rumbo a Patología Forense.
Este trágico suceso, un nuevo feminicidio, ha dejado un profundo vacío en la comunidad santiaguera, especialmente entre quienes conocían a Melissa como una madre dedicada y una mujer luchadora. El crimen ha vuelto a poner en evidencia el alarmante problema de la violencia de género en Cuba, donde aún falta mucho por hacer en términos de protección a las mujeres y sanción efectiva contra los agresores.
Desde la página del periodista Yosmany Mayeta se continúa recabando testimonios de familiares y amigos de la víctima, en busca de justicia y visibilidad para un caso que no debe quedar en el olvido. Mientras tanto, una comunidad llora, unos niños quedan sin madre y un país debe alzar la voz frente a este tipo de crímenes atroces.
'¿No vamos a hablar?¨, Una llamada urgente a romper el silencio desde la Cuba invisible
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