El 2025 inicia en Cuba con una tragedia que evidencia la situación de vulnerabilidad de las mujeres en la Isla. El primer feminicidio del año se registró el 2 de enero en Cacocum, Holguín, donde Elizabeth (Lisi) Ramírez Fernández, de aproximadamente 30 años, fue brutalmente asesinada en su hogar por su expareja, a pesar de haber denunciado formalmente agresiones ante la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) a finales de diciembre.
La negligencia policial, que ignoró su denuncia, pone de manifiesto la ausencia de protocolos efectivos y un enfoque de género en la actuación de las autoridades.
Lisi deja a un hijo menor de edad, quien ahora queda bajo el cuidado de sus abuelos maternos, también dependientes de la joven. Según el grupo Alas Tensas, especializado en monitorear la violencia de género en Cuba, esta tragedia subraya la necesidad urgente de establecer medidas de protección eficaces para las mujeres en riesgo.
Un informe que destapa una realidad oculta
El Observatorio de Alas Tensas revelo que un total de 10 mujeres desaparecieron en Cuba desde 2009, y la mitad de esos casos ocurrieron solo en 2024. Entre las desaparecidas hay dos menores de edad, una de ellas, Lali Paola Moliner, de tan solo 3 años, cuyo paradero sigue siendo desconocido tras desaparecer en Cojímar, La Habana, en febrero pasado. La madre de la niña, Teresa Moliner, fue encontrada sin vida poco después, en un caso plagado de confusión y falta de actualizaciones por parte de las autoridades.
El caso más reciente de desaparición es el de Esperanza Cabrera Melvin, de 75 años, quien fue vista por última vez el 19 de diciembre en una parada de ómnibus en Colón, Matanzas. La organización Alas Tensas denunció que la familia de Cabrera se enfrentó a la ausencia de protocolos efectivos y respuestas rápidas por parte de las autoridades en su búsqueda.
Un patrón de negligencia institucional
La falta de acción por parte de la policía y el silencio de los medios estatales agravan una situación que ya es desesperante para las familias afectadas. Felicia Gómez Díaz, de 67 años, desapareció en diciembre pasado en Sancti Spíritus, mientras que Claudia Cárdenas, una joven con discapacidad intelectual, lleva meses desaparecida en Ciego de Ávila. Ambos casos, como muchos otros, son ignorados por las autoridades cubanas y la prensa oficial.
El papel de las redes sociales y los activistas
Ante el mutismo de los medios estatales, las redes sociales y el esfuerzo de colectivos como Alas Tensas y Yo Sí Te Creo en Cuba son fundamentales para visibilizar estas tragedias. Estas plataformas denuncian la falta de atención a los casos de desaparición y feminicidio, revelando un problema que el gobierno cubano intentan minimizar.
Un llamado a la acción
Las cifras presentadas por Alas Tensas no solo son un registro frío de hechos, sino un llamado urgente a implementar cambios estructurales que protejan la vida de las mujeres en Cuba. Mientras las autoridades sigan ignorando las denuncias y los medios oficiales mantengan su silencio, cada caso nuevo será un recordatorio de la ineficacia del sistema para salvaguardar los derechos de las mujeres.
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