La camagüeyana Yumilka Ruiz fue exaltada al Salón de la Fama del Voleibol Internacional en la localidad estadounidense de Holyoke, donde se llevará a cabo la ceremonia de premiación el venidero 21 de octubre.
La legendaria voleibolista, que participó en cuatro Juegos Olímpicos, en los cuales obtuvo dos títulos, fue una de las jugadoras que pasaron a la historia como las Espectaculares Morenas del Caribe.
Ruiz deberá asistir a la ceremonia “siempre y cuando transcurra con normalidad el proceso de visado por parte del gobierno de Estados Unidos”, señaló el diario oficialista deportivo JIT. Su reconocimiento se produce junto al de otras cinco prominentes figuras: Phil Dalhausser (EE. UU.), Larissa Franca Maestrini (Brasil), Katsutoshi Nekoda (Japón), Silvano Prandi (Italia) y Shanrit Wongprasert (Tailandia).
Para el voleibol cubano, se trata de la séptima personalidad en obtener tal condición, después de las excepcionales Regla Torres (2001 en la categoría de jugadora femenina), Mireya Luis (2004), Magalys Carvajal (2011), Mirka Francia (2019) y Taimaris Agüero (2021). Asimismo, en el acápite de entrenadores aparece el nombre de Eugenio George desde 2005.
A nivel olímpico, Ruiz obtuvo sendas coronas en Atlanta 1996 y Sídney 2000, además de lograr el bronce en la edición de Atenas 2004. De igual modo, obtuvo el título mundial en 2008, entre otros títulos a nivel regional y continental.
La candidatura de Ruiz al Salón de la Fama del Voleibol Internacional clase 2023 fue presentada este año. La camagüeyana de 45 años fue una de las integrantes más jóvenes de las espectaculares Morenas del Caribe, el mítico equipo de voleibol femenino cubano que dominó el voleibol durante la década de los 90 del siglo pasado. Tuvo una destacada carrera de 15 años en la selección nacional de Cuba.
“Estoy orgullosa de haber integrado la selección nacional por 15 años, haber vivido quizás los mejores momentos del voly femenino cubano porque además de mis dos coronas olímpicas fui tercera en Atenas y cuarta en Beijing”, comentó en 2018 durante una entrevista para CiberCuba.
“Primero entré en la ESPA nacional radicada en Playa, La Habana. Pertenecía a la preselección nacional de cadetes. Llamé la atención por dominar los elementos técnicos, era rápida en mis desplazamientos, saltaba, y a pesar de mi delgadez y baja estatura para el deporte, impresionaba mi técnica”, evocó sobre sus inicios en la disciplina por la que trascendería a la historia.
“Nosotros tuvimos el antecedente de aquel equipazo que ganó el Mundial en Leningrado 78, lidereado por Mamita Pérez, Nelly Barnet y Mercedes Pomares; pero años después vino otra camada joven que hizo lo suyo y mantuvo el voly femenino en la cúspide. Y era que funcionábamos como una, como un todo único, conducido por Eugenio o Ñico”, destacó.