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La selección Sub-20 de Cuba escribió este 1 de octubre de 2025 una de las páginas más memorables de su fútbol al empatar 2-2 frente a la poderosa Italia en el Estadio Elías Figueroa Brander, en Valparaíso, durante el Mundial Sub-20 de la FIFA.
El partido comenzó cuesta arriba para los caribeños. Italia impuso condiciones desde el arranque y en apenas media hora ya ganaba 2-0, mostrando superioridad técnica y oficio en la circulación de la pelota. Para muchos, el encuentro parecía sentenciado.
Pero lo inesperado sucedió: Cuba no se rindió. A base de presión, intensidad y aprovechando las imprecisiones del rival, el equipo antillano consiguió dos penales que fueron transformados en goles por Michael Camejo, figura indiscutible del encuentro. El VAR jugó un papel clave, al confirmar las faltas dentro del área que habían sido inicialmente pasadas por alto.
La expulsión de Jamal Iddrissou en el tiempo añadido del primer tiempo dejó a Italia con diez hombres, lo que abrió un margen de esperanza. En la segunda mitad, Cuba se animó más, empujó y consiguió el empate que terminó celebrándose como un triunfo.
El 2-2 final tiene un valor histórico: es el primer punto de Cuba en un Mundial Sub-20, logro que fortalece la confianza de un plantel sin gran tradición internacional pero con un espíritu combativo que sorprendió al mundo. Ateriormente Cuba fue superada 1-3 por Argentina y su próximi rival será Australia
Más allá del resultado, el empate simboliza que el fútbol cubano puede competir en escenarios de élite, y deja un mensaje claro: con disciplina y carácter, se pueden romper pronósticos.
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