Nueva avería en la Felton expone otra vez el colapso del sistema eléctrico cubano
Redacción de CubitaNOW ~ sábado 22 de noviembre de 2025
La Unidad 1 de la termoeléctrica Lidio Ramón Pérez, conocida como Felton, salió nuevamente de servicio este sábado, dejando al descubierto —una vez más— el deterioro casi irreversible del sistema eléctrico nacional. La Unión Eléctrica (UNE) informó en un comunicado en Facebook que el bloque quedó fuera de línea a las 9:00 de la mañana por “alta temperatura en la chumacera”, un fallo técnico que paraliza una de las instalaciones más importantes del país.
Aunque la nota oficial fue mínima, los propios usuarios se encargaron de detallar la gravedad del daño. Uno de ellos explicó que las chumaceras son componentes esenciales que sostienen el eje de la turbina y garantizan su giro a gran velocidad. Cuando fallan, se requiere desmontaje, ajuste, limpieza y conservación, un proceso complejo que usualmente toma semanas. Otro internauta fue más directo: “Esos trabajos conllevan cuando menos 20 días…”.
La UNE evitó dar un plazo estimado de recuperación, pero la población ya asumió lo peor. El patrón es conocido: cada vez que una de las grandes termoeléctricas cubanas falla —y ocurre con alarmante frecuencia—, el país entero retrocede a una rutina de apagones prolongados, programación incierta y un creciente desgaste social.
La salida de Felton vuelve a colocar al sistema eléctrico nacional al borde del colapso. Con varias unidades deterioradas, otras operando muy por debajo de su capacidad y una infraestructura que acumula décadas sin renovación, cada avería se convierte en un golpe directo al funcionamiento básico del país. Las termoeléctricas cubanas dependen de equipos obsoletos, sometidos a cargas superiores a las que pueden soportar, y con un mantenimiento que el propio gobierno reconoce como insuficiente debido a la falta de recursos.
A pesar de este escenario, las autoridades continúan ofreciendo explicaciones superficiales, siempre atribuidas a fallos técnicos o “causas ajenas a la voluntad del personal”. La realidad, sin embargo, apunta a problemas estructurales más profundos: falta de inversión, decisiones políticas erráticas, dependencia extrema del combustible importado y una ausencia total de planificación a largo plazo.
La población cubana, por su parte, vive con resignación un ciclo interminable de apagones. Cada día se multiplican las quejas sobre alimentos echados a perder, electrodomésticos dañados, noches sin descanso y una vida cotidiana marcada por la incertidumbre. La energía, un servicio básico en cualquier país, se ha convertido en Cuba en un lujo intermitente.
La avería en la Felton no es un incidente aislado; es el síntoma más reciente de un sistema eléctrico nacional colapsado. El país se sostiene sobre parches, improvisaciones y discursos oficiales que nunca logran ocultar la realidad: Cuba no puede garantizar un suministro eléctrico estable porque lleva décadas sin invertir en la infraestructura necesaria para hacerlo.