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Mientras Cuba pasa hambre, otros dan lecciones desde el confort

Redacción de CubitaNOW ~ sábado 27 de diciembre de 2025

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El humorista Ulises Toirac, con la autoridad que le da haber sobrevivido décadas a la censura más absurda de la televisión cubana, vuelve a poner el dedo en la llaga: la distancia inmensa entre los que hablan desde arriba y los que comen desde abajo… o mejor dicho, los que ya casi no comen. Toirac recuerda cómo, en sus tiempos de dirección, había que hilar finísimo para meter un chiste “sabroso”, uno de esos que molestaban en “el piso de arriba” y que podían costar la suspensión de un programa entero. Era un ejercicio de equilibrio peligroso, lleno de metáforas sobre Robin Hood, cuevas rotas y vientos polares para disfrazar lo que no se podía decir.

Hoy, paradójicamente, no es un censor quien provoca indignación, sino un personaje que desde la comodidad de su burbuja se atreve a decir que en Cuba “no hace falta comer tanto arroz, ni papa, ni espaguetis”. En un país donde la escasez es cotidiana, donde la gente no elige lo que come sino lo que aparece milagrosamente, semejante declaración no solo es torpe: es un insulto directo. Es como burlarse del hambre mientras otros hurgan en la basura para encontrar algo que llevarse a la boca.

Toirac desmonta con precisión esa arrogancia disfrazada de “opinión educativa”. Le recuerda a ese “cateto humillante” que Cuba ha sido, desde antes de que ellos existieran, un país mestizo, diverso y cosmopolita.

"En primer lugar, ¿ese cateto humillante no sabe que Cuba fue más cosmopolita que Nueva York y aquí vinieron a parar negros (en masa traídos por los españoles cuando los indios decidieron echarse a morir por la entrá a latigazos), chinos, árabes, sudamericanos, norteamericanos, mongoles y australianos? ¿No sabe que todos ellos trajeron sus costumbres, religiones y comidas? MIS ABUELOS (el viejo hasta era nativo de Galicia y recriao aquí desde los diez años creo) ¡COMÍAN ARROZ, ESPAGUETIS Y PAPAS! ¿De qué costumbres habla él?

"Pero además, chama... A ver. LA GENTE NORMAL de este país ya no ESCOGE lo que se va a comer. Escogen los privilegiados. La gente mete mano por lo que pueda. Y esa razón convierte esa "conferencia" en censurable. ¿Quién censura hoy? ¿El que censuraba en mi época ahora tiene un hijo en Chicago con una empresa de mandar comida o qué?

"¿Ves como sí creen que los mendigos están disfrazados?

"Un respetico, por favor. Que ya se sabe que andan al pairo. ¡No den más señales,que la gente está que arde! Bueee..."

Como puede observarse, Toirac cuestiona si quienes antes censuraban ahora tienen negocios en el extranjero, alimentando con dólares lo que en Cuba escasea. Porque mientras “los de arriba” critican lo que come la gente, son ellos los que reciben remesas, cajas, paquetes, reservaciones y privilegios que el cubano promedio jamás verá. Esa doble moral —la de juzgar al hambriento desde una mesa llena— es la que enciende al pueblo.

“Un respetico, por favor”, remata Toirac. Porque la gente está cansada, quemada, harta. Y un país con hambre es un país que no tolera que lo regañen por comer lo único que encuentra.


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