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Turista argentina denuncia estafa en La Habana y su relato se vuelve viral

Redacción de CubitaNOW ~ viernes 26 de diciembre de 2025

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La creadora argentina Rocío Juanes, conocida en redes sociales como @rocio.juanes, se volvió viral en TikTok tras contar que fue víctima de una estafa en La Habana. Su testimonio, que acumuló miles de comentarios, generó también críticas y la llevó a publicar un segundo video para matizar lo ocurrido y responder a quienes cuestionaron su versión.

Según relató, todo comenzó al salir de su hotel en la capital cubana, cuando una mujer se le acercó y aseguró trabajar allí. Con un tono aparentemente amable, la desconocida le recomendó un restaurante donde —le dijo— se servía langosta. Lo que parecía una sugerencia de cortesía terminó, según Rocío, en una maniobra frecuente dirigida a turistas recién llegados.

“La mujer fue muy persuasiva. Me dijo que trabajaba en el hotel y me llevó a un lugar donde solamente había tres personas”, contó. Aunque afirma que desde el inicio se sintió incómoda, terminó accediendo y acompañándola. Con el paso de los minutos, dice, notó que se estaban alejando de zonas transitadas y que el ambiente se volvía cada vez más extraño.

Ya en el lugar, la mujer —siempre según la versión de la argentina— comenzó a hablar de su supuesta situación laboral y a construir un relato personal mientras insistía en pedirle dinero “para comprar leche” para su hija. Rocío aseguró que, bajo presión y estando sola, terminó entregándole cinco dólares, una cantidad que describió como significativa en el contexto cubano.

“Yo no tenía opción… estaba sola, me alejó de la plaza principal, me inventó una historia y cuando estuve entre la espada y la pared me dijo la cifra”, relató, enfatizando que el problema no fue solo el dinero, sino el modo en que se sintió conducida a una situación incómoda.

De vuelta en el hotel, aseguró haber confirmado que la mujer no trabajaba allí, como había afirmado. Aun así, Rocío dijo que decidió no quedarse con la experiencia negativa y buscar la forma de disfrutar su estancia: contó que conoció a otros viajeros, salió a pasear en autos antiguos y terminó la jornada bailando y riéndose.

Su historia abrió un hilo de testimonios similares en redes. Muchos usuarios señalaron que este tipo de engaños —impulsados por la precariedad y la búsqueda de ingresos— se repiten en zonas turísticas. El caso vuelve a poner sobre la mesa una advertencia común: fuera de los circuitos habituales, conviene extremar la prudencia, verificar identidades y desconfiar de ofertas insistentes, incluso cuando se presentan como “recomendaciones” amistosas.


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