La ruptura entre el Partido Comunista de Venezuela y Nicolás Maduro: De aliados a rivales
Redacción de CubitaNOW ~ lunes 26 de agosto de 2024
El Partido Comunista de Venezuela (PCV), que durante años fue un pilar en la alianza que llevó a Hugo Chávez al poder en 1999, se ha convertido en un crítico feroz del gobierno de Nicolás Maduro. Este cambio radical en la postura del PCV ha generado un distanciamiento marcado entre las dos fuerzas, que alguna vez compartieron una visión común de un país socialista.
La historia de esta ruptura se remonta a los diálogos de 2018 en Santo Domingo, donde se acordaron medidas que incluían la flexibilización de normas laborales, la legalización del dólar como moneda de facto y la restitución de tierras a terratenientes. Estas políticas, consideradas neoliberales por el PCV, provocaron una serie de protestas que encontraron eco en sectores agrarios, obreros y del magisterio. Aunque el PCV inicialmente no culpó directamente a Maduro, las tensiones comenzaron a crecer.
El PCV había respaldado firmemente a Chávez desde 1999, y aunque no se integró al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) fundado por Chávez en 2006, permaneció como un aliado cercano. Sin embargo, la situación cambió drásticamente en 2018 con la firma del “Acuerdo Marco PCV-PSUV”, destinado a proteger los intereses del PCV en medio de las negociaciones con la oposición. A medida que Maduro implementaba políticas que el PCV veía como una traición a los principios socialistas, la relación se deterioró.
El punto de quiebre llegó en el XVI Congreso del PCV en 2022, donde se decidió romper definitivamente con el gobierno de Maduro. El PCV acusó al presidente de implementar una política “antiobrera, antipopular y antinacional”, permitiendo que el pueblo venezolano pagara el precio de la crisis económica y las sanciones internacionales, mientras protegía los intereses del capital nacional y extranjero.
Las diferencias ideológicas se profundizaron, con el PCV acusando a Maduro de “neoliberal” y el presidente refiriéndose al PCV como una “izquierda trasnochada”. Este enfrentamiento reflejó un conflicto fundamental sobre cómo debía avanzar el proyecto bolivariano, con el PCV insistiendo en una visión radical que ponía a los trabajadores y sus derechos en el centro, mientras que Maduro adoptaba un enfoque más pragmático y centralizado.
El conflicto se intensificó en 2023, cuando el Tribunal Supremo de Justicia, bajo el control del gobierno, intervino en el PCV, imponiendo una nueva directiva leal a Maduro. Esta acción fue vista por el PCV como un golpe directo a su autonomía política, similar a las intervenciones anteriores en otros partidos opositores.
El reemplazo de la directiva del PCV fue un duro golpe, y el partido no dudó en denunciar la acción como un asalto contra su organización. En marzo de 2024, cuando Maduro fue proclamado candidato del PSUV a la reelección, el PCV recordó al país cómo su tarjeta electoral había sido "secuestrada" por orden del presidente. El PCV declaró que, a pesar de los ataques, no retrocedería en su lucha por los derechos de los trabajadores y la justicia social.
La elección presidencial del 28 de julio de 2024 fue el último capítulo en este conflicto, con el PCV denunciando un posible fraude electoral y advirtiendo a la comunidad internacional sobre los intentos del gobierno de Maduro de socavar la democracia en Venezuela. Este distanciamiento entre el PCV y el gobierno marca un cambio significativo en la política venezolana, donde antiguos aliados ahora se encuentran en lados opuestos de la batalla política.