La prensa oficialista celebra como un 'logro' la siembra de 40 hectáreas de papas en Las Tunas con métodos tradicionales
Redacción de CubitaNOW ~ lunes 13 de enero de 2025
El periódico oficialista Trabajadores califica como un "acontecimiento" la siembra de 40 hectáreas de papas en Las Tunas, empleando métodos tradicionales, lo que pone en evidencia el notable retroceso agrícola del país. Tras dos décadas de ausencia de este cultivo en la región, el ingeniero Luis Oro Torres, subdelegado de Cultivos Varios en la provincia, anuncia con entusiasmo lo que debería ser un hecho ordinario: sembrar papas con un rendimiento estimado de 19,9 toneladas por hectárea.
La noticia, presentada como un logro relevante, resalta la vuelta a métodos tradicionales, algo que en cualquier otro contexto podría considerarse una regresión tecnológica. Durante 20 años, el cultivo de papas en Las Tunas estuvo limitado a experimentos agroecológicos con pequeños productores, pero ahora se retorna al uso de "paquetes tecnológicos completos" para obtener un rendimiento que apenas supera los niveles promedio.
Este tipo de cobertura mediática no solo evidencia las bajas expectativas del gobierno cubano respecto a su capacidad productiva, sino que también ignora los avances en técnicas agrícolas que muchos países han implementado en las últimas décadas. Mientras otras naciones desarrollan tecnologías como la agricultura de precisión, cultivos hidropónicos o soluciones inteligentes para optimizar recursos, Cuba celebra el arado tradicional y la dependencia de suministros externos como fertilizantes y combustible.
Además, el plan de producción parece diseñado para el mínimo: con 796 toneladas proyectadas, cada uno de los 480,000 habitantes de Las Tunas recibiría apenas tres libras de papas. Esto contrasta con la necesidad real de garantizar una dieta más variada y accesible, en un país que enfrenta constantes crisis alimentarias.
La dependencia del suministro de combustible y de la estabilidad en la generación eléctrica, aspectos que el propio ingeniero Oro Torres reconoce como factores críticos, resalta la fragilidad del sistema agrícola cubano. Estas condiciones reflejan el deterioro estructural del sector, que ha visto cómo políticas ineficaces y la falta de inversión han dejado a la población sin productos básicos durante décadas.
Criticar esta noticia es inevitable cuando un medio oficialista dedica titulares nacionales a lo que debería ser parte del día a día de cualquier país con una gestión agrícola eficiente. Más que un logro, la siembra de estas 40 hectáreas representa los rezagos y el estancamiento de un sistema que, en lugar de mirar hacia el futuro, celebra reproducir prácticas del pasado como si fueran innovaciones.
El campo cubano, antaño símbolo de abundancia, hoy se convierte en el escenario de modestas aspiraciones que poco contribuyen a resolver la profunda crisis alimentaria que aqueja al país.