El gobierno cubano creó el lunes una sociedad mercantil con una empresa mexicana para la ceba y producción porcina en la isla, que actualmente presenta una de las más agudas crisis de alimentos de las últimas décadas.

Con el nombre de Dagame S.A, la sociedad mercantil quedó constituida la víspera en la capital cubana, con un 50 por ciento de participación de la empresa Maquinarias y Estructuras Agrícolas S.A, de la nación norteamericana.

El gerente adjunto por la parte cubana, Edel Sotolongo Rodríguez, explicó a la prensa oficialista que la entidad se ubicará en el municipio Alquízar, en la provincia occidental de Artemisa, más específicamente en la finca La Emelina de ese territorio.

En una primera etapa —comentó Sotolongo— se dedicarán solo a la ceba de cerdos. La sociedad pretende producir alrededor de 3 mil toneladas anuales de carne porcina en pie.

Por su lado, María Dolores Rivero Díaz, directora general de la empresa Ganaderías S.A., declaró que las producciones iniciales se destinarán al Ministerio de la Industria Alimentaria y, en especial, a la empresa Tauro, así como a la venta en línea a través del comercio electrónico, que funciona en dólares o Moneda Libremente Convertible (MLC).

De igual modo, se beneficiarán con la creación de la entidad el sector turístico y los usuarios de la Zona Especial de Desarrollo Mariel, detalló. La parte mexicana proveerá recursos propios para garantizar la máxima calidad en la nutrición del ganado porcino, como los piensos para la alimentación de los cerdos, dijo Rivero.

Como proyectos futuros, la sociedad mercantil prevé encadenarse con la Empresa Genética Nacional y con la Empresa Porcina de Artemisa. La directiva subrayó que se trata de la segunda entidad de carácter mixto creada en Cuba para la producción porcina. La anterior, quedó instalada en la provincia de Cienfuegos.

En 2019, la propia Rivero comentó que el gobierno cubano estaba negociando con al menos tres países europeos, para el establecimiento de entre seis y ocho empresas mixtas destinadas a la producción de carne de pollo y cerdo, una proyección que pudo verse afectada por la irrupción de la pandemia del coronavirus un año después.

El mes pasado un economista cubano detalló que los principales renglones agropecuarios habían sufrido una profunda caída en la isla, entre ellos, la carne de cerdo, un demandado producto para el pueblo cubano, que en verdad tiene muy pocas opciones en cuanto a los alimentos que el Estado provee.

También en abril, un reportaje de la televisión cubana indicaba que, de 14 000 campesinos que producían más de 200 000 toneladas de carne en 2017, solo permanecían 1400, una situación que responde a la reducción de importaciones de pienso animal que hizo el gobierno ante la crisis. Este año, el régimen comunista estima que producirá solo 26 000 toneladas de carne, un 13% de lo que se produjo hace cinco años. A los depauperados niveles, se une la inflación de los precios del alimento, inalcanzables en muchos casos para las familias cubanas.

En los últimos meses, el gobierno cubano ha encontrado en el de México un aliado comercial para intentar mejorar su menesterosa producción de alimentos. Parte de su política actual es la de atraer la inversión extranjera con esa finalidad. 

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