Con profundo pesar, nos enfrentamos a otro caso de feminicidio en Cuba, esta vez cobrándose la vida de Ariannis Torres Tamayo, de 38 años, en el poblado de Chivirico, Guamá, provincia de Santiago de Cuba. El agresor fue su expareja, dejando en su estela el dolor y el sufrimiento de sus tres hijos, dos de ellos menores de edad, así como el de su madre, quien dependía de los cuidados de Ariannis debido a su enfermedad.

Estos trágicos eventos, verificados por medios de prensa, ciudadanos y activistas, nos recuerdan la urgencia de enfrentar la violencia de género en todas sus manifestaciones. Hasta el 19 de abril de 2024, los observatorios de OGAT y YSTCC registraron 17 feminicidios, 2 intentos de feminicidio y 5 casos que necesitan acceso a la investigación policial. Entre estos últimos se encuentran mujeres como la adulta mayor de Esperanza en Villa Clara, Irma y Teresa Moliner Bosa en La Habana, Tania Reyes y Samantha (Sami) Heredia Odrens en Santiago de Cuba.

La falta de acción contundente para prevenir y enfrentar la violencia de género solo perpetúa este ciclo de dolor y sufrimiento. Es imperativo que la sociedad y las autoridades se unan en la lucha contra el feminicidio y todas las formas de violencia machista. Además, es crucial proporcionar apoyo y recursos adecuados para las víctimas y sus familias, así como garantizar una investigación exhaustiva y justa de estos crímenes.

La violencia de género no es un problema exclusivo de Cuba, pero cada caso que se registra en la isla representa una falla en el sistema que debe ser abordada de manera urgente. Los feminicidios son el resultado más extremo de un entramado de desigualdades, discriminación y falta de protección hacia las mujeres y niñas. Es fundamental reconocer y enfrentar las causas profundas de la violencia de género, que van desde normas culturales arraigadas hasta la falta de acceso a recursos y servicios para las víctimas.

En este contexto, los observatorios de feminicidios desempeñan un papel crucial en la visibilización y documentación de estos crímenes, así como en la presión hacia las autoridades para que tomen medidas concretas para prevenirlos y castigar a los responsables. Sin embargo, su trabajo solo puede ser efectivo si se combina con un compromiso real por parte del gobierno y la sociedad en su conjunto.

Además de denunciar los casos de violencia de género, es importante brindar apoyo y protección a las víctimas y promover una cultura de respeto y equidad de género en todos los ámbitos de la sociedad. La educación en igualdad y el fortalecimiento de los mecanismos de prevención y atención a la violencia son fundamentales para erradicar este flagelo.

En memoria de Ariannis Torres Tamayo y de todas las mujeres que han perdido la vida a manos de la violencia machista, reafirmamos nuestro compromiso con la lucha contra el feminicidio y el impulso de un cambio social que garantice la seguridad y dignidad de todas las personas, sin importar su género. #NiUnaMenos

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