En su propósito de atraer la inversión extranjera a la isla, como subterfugio para mitigar la actual crisis, el gobierno cubano anuncia, como parte de sus actividades a explotar, la cría de ganado porcino, bovino, ovino y avícola.

También son considerados entre los 57 proyectos de la Cartera de Oportunidades para la inversión extranjera en el sector agropecuario y forestal del país, en 2022, la producción de derivados lácteos, café, cacao, vegetales y frutas.

Esta cantidad representa un aumento de 27 proyectos respecto del año anterior, cuando se acordaron 30, explica una nota de la prensa oficialista, la cual defiende que en “la agroindustria cubana existen enormes potencialidades de desarrollo y condiciones atractivas para el capital foráneo”.

En tal sentido, la Agencia Cubana de Noticias (ACN) cita “las garantías que, en materia de seguridad, calificación de la fuerza de trabajo, infraestructura, legislaciones, incentivos y facilidades ofrece la mayor de las Antillas”.

El Ministerio de la Agricultura (Minag) señala como novedad los proyectos que vinculan la inversión extranjera con cooperativas agropecuarias. Durante el II Foro Empresarial Cuba 2021, representantes del Minag y de la industria alimenticia hablaron de las oportunidades de negocios abiertos al capital foráneo o el comercio exterior.

Los incentivos mencionados entonces por los directivos del Minag fueron “la disponibilidad de tierras, los controles seguros, un mercado interno con alta demanda, potencial exportador no solo de productos tradicionales sino de algunos también nuevos, aumento de los bosques, contar con grupos empresariales y encadenados a las bases productivas integradas por cooperativas y productores alimentarios, y mano de obra calificada”.

En diciembre, el director de la Consultoría y Negocios de la Empresa de Proyectos e Ingeniería del Minag, Leónides Morales, señaló que más de 15 proyectos de inversión extranjera están en ejecución actualmente en Cuba.

Varios tienen lugar en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, algunos funcionando y otros en avanzada etapa de negociación y aprobación. De manera general, los programas se desarrollan principalmente en las provincias de La Habana, Artemisa, Cienfuegos y Santiago de Cuba, con un monto que supera los 150 millones de dólares, indica la ACN.

Entre las tantas carencias que sufre el pueblo cubano hoy, una de las más notables ha sido la de alimentos tradicionales como la carne de cerdo, una situación que afectó sobremanera las celebraciones de fin de año en el país.

Funcionarios llegaron a comunicar por esas fechas que la carne de cerdo no se podía vender a la población ya que no había ninguna, como sucedió en Cienfuegos. A la escasez se suma por otra parte la inflación de los precios, propiciada además por la medida gubernamental de la llamada “tarea ordenamiento” de la economía cubana.

A finales de enero, el ensayista cubano Miguel Alejandro Hayes denuncia la venta de carne de cerdo importada desde Brasil en tiendas estatales por Moneda Libremente Convertible (MLC) en La Habana.

En medio de la debacle, el gobierno lanzó la oportunidad de la inversión extranjera, calificando de “seguro” el entorno para realizar dicha actividad. El régimen indica que pretende “incrementar la producción nacional y la oferta a la población, en un momento en el que el país se adentra en un proceso de recuperación gradual, tras una caída de un 13 por ciento del Producto Interno Bruto en los últimos dos años”.

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