En una lamentable y desgarradora tragedia, Maikol, un niño de solo siete años, falleció en el Pediátrico "Leonor Pérez" de Boyeros, en La Habana, debido a la falta de insumos médicos esenciales. Esta dolorosa noticia ha conmocionado a la comunidad y ha puesto de manifiesto las graves deficiencias en el sistema de salud cubano, que se autoproclama como una potencia médica.
Maikol llegó al hospital presentando síntomas de sepsis generalizada, una condición médica extremadamente grave que requiere atención inmediata y recursos adecuados. Sin embargo, en el Pediátrico "Leonor Pérez" no se contaba con los medicamentos ni los reactivos necesarios para realizarle un PCR, una prueba crucial para diagnosticar enfermedades infecciosas como COVID-19, Dengue o el virus Oropouche. La ausencia de estos insumos básicos impidió que los médicos pudieran determinar la causa exacta de su enfermedad y brindarle el tratamiento adecuado.
Sus padres, Maikel y Dayana, están desconsolados ante la pérdida de su hijo. La noticia de su fallecimiento ha generado una ola de solidaridad y condolencias en las redes sociales, especialmente en el perfil "La Tijera", donde se ha compartido la dolorosa historia de Maikol. Las autoridades de Salud Pública, ante la gravedad de la situación y con el consentimiento de los padres, gestionaron de manera urgente la incineración del cuerpo de Maikol. Este proceso, aunque necesario, ha sido otro golpe devastador para la familia, que además tiene dos hijos más.
La comunidad en línea ha expresado su indignación y tristeza por esta tragedia. Los mensajes de condolencias y apoyo no han dejado de llegar, reflejando el dolor colectivo y la frustración ante un sistema de salud que, a pesar de sus proclamaciones, no ha podido garantizar la vida de un niño de siete años.
“Muy triste y muy doloroso, EPD. Que Dios lo acoja en su seno como un angelito más y que le dé muchas fuerzas a sus padres, familiares y amigos”, comenta un internauta. Otro usuario expresa: “Por Dios, qué tristeza me da en mi alma y corazón. EPD, mis condolencias para ustedes y su familia”. La indignación también se hace presente: “Todavía dicen que son potencia médica. Fuerza para esa familia”. “Qué tristeza para esos padres. ¿Quién responde por esa vida de solo siete añitos, por Dios?”, se pregunta otro.
Este caso no solo revela las carencias materiales del sistema de salud cubano, sino también la desesperación y el sufrimiento de las familias que dependen de él. La falta de insumos médicos, como los reactivos para pruebas diagnósticas y medicamentos esenciales, pone en riesgo la vida de los pacientes, especialmente de los más vulnerables como los niños. La muerte de Maikol es un recordatorio doloroso de la necesidad urgente de mejorar la infraestructura y el abastecimiento en los centros de salud del país.
Mientras Maikel y Dayana enfrentan la pérdida irreparable de su hijo, la comunidad sigue exigiendo respuestas y soluciones. La historia de Maikol debe servir como un llamado a la acción para que se tomen medidas concretas que eviten que tragedias como esta se repitan. En paz descanse Maikol, y que sus padres encuentren la fortaleza y el consuelo que necesitan en estos momentos tan difíciles. La solidaridad y el apoyo de todos son fundamentales para acompañar a esta familia en su dolor y para abogar por un cambio
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