La apertura de la embajada de Corea del Sur en Cuba, prevista inicialmente para finales de 2024, se retrasará hasta principios de 2025 debido a la escasez de materiales y mobiliario necesarios para acondicionar la sede, según informó el medio The Korea Times. Esta situación refleja los serios problemas logísticos que implica operar en un país con profundas limitaciones económicas.
La falta de mobiliario, combinada con la crónica escasez en los mercados cubanos, ha sido el principal obstáculo para concretar la inauguración. Además, factores como la escasez de combustible y los cortes eléctricos frecuentes han complicado aún más la adquisición de bienes esenciales y el desarrollo de las labores de adecuación.
Mientras se completa la preparación de la sede permanente, el personal diplomático surcoreano opera desde una oficina provisional en el Centro de Negocios de Miramar, un espacio que alberga a varias empresas internacionales y entidades cubanas como la estatal ETECSA.
Las relaciones entre ambos países fueron restablecidas el 14 de febrero de 2023, marcando el fin de una ruptura que comenzó en 1959, cuando Cuba se alineó con el bloque comunista y estableció relaciones con Corea del Norte en 1960. Este nuevo acercamiento refleja un enfoque pragmático por parte de La Habana y Seúl, quienes buscan fortalecer vínculos económicos y diplomáticos.
En junio pasado, Carlos Pereira, del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, se reunió en Seúl con Chung Byung-won, viceministro surcoreano, para ultimar detalles sobre la apertura de embajadas y reafirmar el compromiso de ambos países con esta nueva etapa de cooperación.
Este movimiento diplomático de Seúl ha generado incomodidad en Pyongyang, tradicional aliado de La Habana. Según The Korea Times, la prensa estatal norcoreana ha reducido significativamente su cobertura sobre Cuba desde que se anunció la reanudación de las relaciones con Corea del Sur.