Miah Cerrillo, de 11 años, una de las sobrevivientes a la masacre en la escuela de primaria Robb, en Uvalde, Texas.
Cuando el tirador de atrincheró en el aula de cuarto grado en la que ella estudiaba mató a 19 alumnos y las dos profesoras de la clase. Pero Miah logró sobrevivir fingiendo su muerte.
De acuerdo al testimonio de su tía, Blanca Rivera, la pequeña se cubrió con la sangre de una de sus amigas haciéndose pasar por muerta.
Aunque resultó herida, ya se encuentra bien y fue dada de alta, según informan varios medios estadounidenses.
"Miah se untó un poco de sangre y se la puso para fingir que estaba muerta. Ella vio a su amiga llena de sangre y se la puso encima", cuenta.
"Mi hermano dijo que tenía fragmentos de bala en la espalda... En este punto creo que solo tenemos que orar y pedirle a Dios que nos ayude a salir adelante en esta situación", agregó.
La encontraron como a los demás, bañada en sangre. La metieron en un autobús y la llevaron al hospital donde descubrieron que no tenía ninguna bala en el cuerpo.
A Miah la salvó la sangre de su mejor amiga, Amerie Joe Garza, la niña de 10 años que falleció cuando intentaba llamar al 911.
En los casi 60 minutos que el asesino estuvo atrincherado en esa aula, la niña le vio ejecutar a todos sus compañeros de clase y a sus profesoras, pero se las arregló para permanecer inmóvil bajo los cadáveres, escondida en una taquilla.
Este jueves uno de los socorristas en la escena del crimen rompió en llanto al contar su experiencia.
Ángel Garza fue quien encontró a Miah. Estaba “histérica, ella decía que habían matado a su mejor amiga", explicó.
Cuando el hombre le preguntó quién era su mejor amiga, ella respondió que Amerie (la hija del socorrista).
“Cómo miras a esta niña y le disparas... Por qué le disparó a mi bebé”, dice.
La masacre en la escuela primaria Robb, de Uvalde, en el estado de Texas, ocurrió dentro de una sola aula.
Según el teniente Chris Olivarez, portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas, todas las víctimas mortales y los heridos estaban dentro del aula en la que el tirador se atrincheró.
"Esto demuestra la total maldad de este tirador", dijo Olivarez a la cadena CNN.
Durante el tiroteo, el joven asesinó a las dos profesoras del grupo y a 19 alumnos.
Medios locales reportan que los agentes recorrieron la escuela en medio del tiroteo "rompiendo ventanas e intentando evacuar a los niños y al personal hasta que pudieron entrar por la fuerza en el aula donde se encontraba el tirador".
El responsable, abatido por la Policía casi una hora después, fue identificado por las autoridades como Salvador Ramos, de 18 años.
Llevaba "un chaleco táctico sin paneles balísticos. Ese tipo de chalecos es el que suelen utilizar los equipos tácticos, los equipos SWAT, donde pueden colocar cargadores y munición adicional dentro y ser capaces de moverse en una formación táctica", comentó el funcionario.
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